Gustavo Alfaro presentó un par de solicitudes específicas a los dirigentes del fútbol costarricense: tiempo para trabajar y espacio para fogueos. Sin embargo, el técnico de la Selección Nacional está en jaque, de cara a lo que pretendía antes del inicio de la eliminatoria rumbo al Mundial del 2026.
La Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) tiene a Uruguay como una alternativa real para efectuar un amistoso el 31 mayo, en el Estadio Nacional. No obstante, si Alfaro acepta esta propuesta, el partido coincidiría con una potencial gran final del Torneo de Clausura 2024.
Esto implicaría que el entrenador no tendría a su disposición a los jugadores que compiten en ligas internacionales, ya que no sería una fecha FIFA, y tampoco podría contar con las figuras de los equipos involucrados en la disputa por el título.
Además, los charrúas no traerían a futbolistas que militan en el exterior. Incluso, no vendría el timonel Marcelo Vielsa, según reportan medios de comunicación uruguayos.
Ante este panorama, el Comité Ejecutivo de la Fedefútbol puso la pelota del lado del timonel de la Tricolor, para que decida.
“Va a pasar por un tema deportivo y el cuerpo técnico decidirá si quiere realizar ese juego, pero en medio de una gran final... Fue una decisión que se tomó en su momento, los presidentes de Unafut respaldaron la medida de abrirle espacio a la Selección Mayor y ahora toca apechugar las consecuencias”, señaló Osael Maroto, presidente de la Federación, a Deportes Repretel.
El Clausura 2024 tuvo una serie de ajustes en su calendario, primero para abrirle campo a la Selección, para su repechaje para la Copa America ante Honduras, y también por reprogramaciones obligadas. Con los cambios, la fase regular del Torneo culmina el 12 de mayo, la final de la segunda vuelta el 26 mayo y una eventual gran final se realizaría entre el 29 de mayo y el 2 de junio.
El combinado patrio iniciará la eliminatoria el próximo 6 de junio, cuando reciba a San Cristóbal y Nieves, mientras que el 9 de junio visita a Granada. Adicional a estos choques, el 24 de junio debuta en la Copa América frente a Brasil, el 28 de junio se mide a Colombia y el 2 de julio a Paraguay. No hay espacio para nada, pese a que Alfaro quería una preparación más extensa.
“Tocó de esta manera y era la única forma. Son situaciones que suceden y debemos preverlas en el futuro. Por esto es tan importante tomar en cuenta a la Selección Nacional y eventuales contratiempos, cuando se realiza el calendario de Unafut”, añadió Maroto.