En el 2003, el Teatro Nacional de Costa Rica (TN) comienza una nueva tradición al poner en escena El cascanueces durante el mes de diciembre. El montaje se ha realizado en forma anual desde entonces, mas, a partir del 2016, se traslada con mayor éxito al Teatro Popular Melico Salazar.
En ese año, el TN monta Alicia en el país de las maravillas. De esta forma se inauguran en el país las temporadas teatrales específicamente navideñas.
El teatro navideño no es nuevo en la cartelera costarricense. Tímidamente se venía presentando desde hace varias décadas. En 1993, la Sala de la Calle 15 había montado la obra infantil Firiplán y Mariluna: Alegrías de Navidad, y en la sala Cocorí, en la antigua Aduana, se montó Títeres en Navidad, de Carlos Luis Sáenz. Más tarde, en 1997 y 1998, Skenê puso en escena Un regalo de Navidad, compuesta por dos obras infantiles. Los montajes promovidos por Skenê se anunciaban como “dos obras que, con entretenidas tramas, buscan rescatar tradiciones y valores muy ticos”.
Teatro Nacional
El Teatro Nacional empezó la temporada navideña del 2003 con el montaje de la adaptación de El cascanueces y el rey de los ratones, de E. Hoffmann. En ese momento no aquilataron el impacto que tendría en el desarrollo del arte teatral. El TN inauguró en Costa Rica las temporadas teatrales, específicamente navideñas, pese a que, desde la década de 1990, se mostraba teatro infantil de ese corte sin ningún éxito particular de taquilla o que impactara en la creación de un tipo de público específico.
Fue la puesta en escena de esta adaptación la que marcó una directriz al emular una tendencia mundial y adaptar al país una tradición estadounidense, que es parte de las industrias culturales. Ya los espectadores tenían amplio conocimiento de la tradición navideña estadounidense por medio de la tecnología, las redes sociales, y la democratización cultural producto, entre otros posibilidades, de los viajes al exterior.
El TN influye en la sociedad al darle un valor simbólico al hecho de asistir a una obra de teatro navideña. El montaje rompió la barrera de clase al imponer una moda: asistir al teatro durante esta época. Lo anterior se profundizó a partir del auge de las redes sociales cercano al 2008, cuando se asiste a las actividades, en algunos casos, para compartir y mercadear (branding) el estilo de vida personal.
Incluso, la forma en que se promueve el espectáculo denota que el TN apuesta por un estilo de vida basado en el consumo y las apariencias, ya que si no se puede financiar por medio de su salario mensual, lo puede descontar a pagos mediante el uso de una de las principales tarjetas de crédito. Estas opciones indican quiénes asisten o aspiran a asistir, y quiénes utilizarán las fotografías que se hacen en la entrada del espectáculo para el branding personal en redes sociales.
Así, el TN impone la “necesidad social” de asistir a una obra navideña.
Iniciativas posteriores
El intento de promover una cartelera propia para la temporada navideña se profundiza a partir del 2004. En ese momento, la sala La Comedia anuncia el montaje de Cómo tío Conejo salvó la Navidad. Esta obra fue comercializada como un espectáculo navideño y, en su horario, se nota que es para atraer un público familiar que no puede asistir al TN.
El local queda a unos 300 metros del TN y el costo del boleto es inferior. Por tanto, una familia de recursos limitados podría asistir a una obra de teatro de la temporada navideña, en el centro de la capital, y así decir a sus vecinos y amigos que está participando de la recién inventada tradición navideña y pasear.
Al año siguiente, en el 2005, el Grupo La Tea presentó La Navidad del duende, en el centro comercial Terramall, en Tres Ríos. La dramaturgia es original de Jorge Arroyo. Las presentaciones fueron los domingos en las mañanas y tardes. Al ser presentaciones familiares abonaron el camino para ir construyendo un público para teatro de temporada.
Del 2010 en adelante
En el 2010, el teatro (Ron) Centenario, ubicado en Curridabat, montó Tío conejo salva la Navidad; al año siguiente, Skenê puso en escena S.O.S. ¡Santa Claus en apuros! La tendencia de presentar obras con esta temática y para esta temporada prosperó.
En el 2011, se montaron tres obras de corte familiar: S.O.S. ¡Santa Claus en apuros! , en el teatro Skenê; La Navidad de los gnomos, en el teatro La Máscara; y Retablo navideño, de Jorge Arroyo, en el Teatro Municipal de Alajuela. Esta es la primera noticia que se tiene de una producción teatral navideña en provincia.
El Skenê explora diversas propuestas para atraer el público a lo largo de las temporadas navideñas con dramaturgias propias, como lo hará el grupo empresarial El Triciclo, con éxito a mediano plazo, pues ya lleva años presentando El ogro de las nieves.
Flor Urbina abrió un nuevo teatro en Guadalupe. La iniciativa no fue exitosa a mediano plazo. No obstante, recién inaugurado el espacio, en el 2012, puso en escena la pieza teatral-musical Fantasía de una mágica Navidad. Esta misma propuesta fue llevada al teatro Copaza en Quepos. Para un público similar, Skenê montó Operación Navidad.
A este mismo tipo de espectadores quiso atraer el teatro El Triciclo, primero en su establecimiento cerca de la Corte de Justicia con El ogro de las nieves.
Fenómeno aparte es el teatro Espressivo, cuya entrada general es para estratos medios y altos y se ubica en un centro comercial, lo cual añade un atractivo por la sensación de seguridad que ofrece.
A esta tendencia en centros comerciales se unirá El Triciclo, con la sala ubicada en el centro comercial plaza Tempo (al oeste de San José).
Familia
Estos teatros apelan a un público netamente familiar que está interesado en actividades navideñas, distintas de las que siempre se presentan, como los coros, posadas o aquellas asociadas con las representaciones del portal.
Asimismo, por los precios, es evidente que el público que asiste a los montajes pertenece a sectores de clase media y clase media baja, que según sus necesidades irá a tandas de 11 a. m., 2 o 4 p. m.
Se puede decir que la tradición que comenzó el TN permea otros circuitos teatrales al atraer un nuevo sector de espectadores, que está interesado en compartir en familia la experiencia que el teatro ofrece. La matinée vuelve a estar en boga.
-La autora es docente e investigadora en la Escuela de Estudios Generales y directora del Instituto de Investigaciones en Arte (IIArte) de la Universidad de Costa Rica.