El presidente de la República, Óscar Arias, participará hoy en el inicio de la demolición del edificio El Frontón, en el centro de San José, con el fin de construir allí un mercado para trasladar a los artesanos que trabajan en la calle al costado oeste de la plaza de la Democracia.
En teoría, el nuevo mercado de artesanía sería un edificio completamente nuevo, cuya inversión alcanzaría los ¢1.200 millones. El Frontón es un edificio municipal sito a un costado de la plaza de las Garantías Sociales, al sur de la sede central de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La actividad tendrá lugar a partir de las 9:30 a. m. y la encabezará el alcalde municipal, Johnny Araya, pues las obras estarán a cargo de la Municipalidad de San José.
El interés del Gobierno por reubicar a los artesanos que trabajan a un costado de la Fundación Arias para la Paz y el Desarrollo Humano, nace del propósito de establecer un “circuito museístico”, manifestó el año anterior la ministra de Cultura y Juventud, María Elena Carballo.
Distanciados. Sin embargo, la idea de trasladarse al nuevo punto en la ciudad capital no la ve con buenos ojos la Asociación de Artesanos de la Calle 13 Bis, cuyos miembros organizaron protestas, en el segundo semestre del 2009, contra las intenciones del Gobierno.
Rosibel Sánchez, representante del gremio de artesanos, alegó entonces que el grupo se estableció allí 15 años atrás, gracias a un acuerdo con la propia Municipalidad de San José.
Los artesanos alegaron también que el edificio El Frontón estaba en malas condiciones y consideraron que estaban en desventaja pues perdían el punto de venta que ya habían establecido.
Anoche se trató de localizar a Sánchez para conocer su opinión respecto a los nuevos planes del Gobierno, pero no contestó a las llamadas en su celular.
Un pulso. El conflicto con el Gobierno se encendió cuando la Asamblea Legislativa aprobó, en julio de 2009, un proyecto de ley para ceder la calle 13 Bis a los artesanos.
En esa ocasión, el plan, aprobado en dos debates, contó con el apoyo del oficialista Partido Liberación Nacional (PLN).
Sin embargo, al trascender la aprobación del plan, los legisladores del PLN se dieron cuenta de que que la iniciativa no era del gusto del Poder Ejecutivo y recomendaron el veto presidencial para así evitar que los vendedores de artesanía se hicieran con el control del espacio.
El veto se dio y un eventual resello quedó pendiente.