Palmares, Alajuela.El primer concierto masivo de las Fiestas de Palmares tuvo un rey, y ese sin duda fue Don Omar.
A punta de éxitos, el boricua puso a sudar a miles bajo un ardiente sol ayer, en el área de conciertos.
Don Omar subió al escenario cuando la temperatura en esa área alcanzaba sus máximos niveles.
Como si la música y el ambiente no fueran suficientes, llamas gigantescas anunciaron su salida a escena. Desde ese momento, ningún cuerpo tuvo descanso.
Tímidos, atrevidos; ellas, ellos; todos, por igual, iniciaron un baile al ritmo del contagioso del reggaetón, que no se detuvo hasta que apagaron la música.
Para que esto sucediera, por el escenario pasaron los costarricenses Banton y Toledo y los puertorriqueños de Plan B.
La responsabilidad de abrir el concierto fue de los ticos.
Lo hicieron con sus canciones más conocidas: Oficial de tránsito y Quítese la chema, temas que prendieron a los miles de asistentes y hasta los invitaron a desprenderse de su ropa.
El esfuerzo de los nacionales por capturar la atención de los asistentes continuó con Quien es esa chica y No entiendo.
Su momento de mayor éxito llegó con Tu barca, canción bastante sonada en las radios nacionales, y El Zarpe, con la que pusieron final a su participación de 20 minutos.
“Gracias por esta oportunidad, apoyen la música nacional”, afirmó Banton. Pese a esto, pocos lo despidieron con un aplauso.
Tras otros 20 minutos, llegaron Chencho y Maldi, de Plan B.
Con temas bastante explícitos y con la compañía de seis bailarinas, que ejecutaban sensuales coreografías, los compatriotas de Don Omar demostraron por qué los llaman El dúo del Sex.
Todo su espectáculo giró en torno al sexo. De hecho, una serie de proyecciones que los acompañaban le dejaron claro al público que los cantantes estaban en “la casa del placer”.
Para comenzar, los artistas seleccionaron uno de sus temas más conocidos: Es un secreto, que la mayoría de asistentes reconoció.
Los artistas y sus bailarinas continuaron su presentación con Yo tengo una gata, Por qué te demoras y Dale Dembow, canciones que no todos conocían, pero que nadie dudó en bailar bajo el sol que quemaba la piel frente a la tarima.
Siguieron con Se te nota, Si no le contesto y El amor no existe.
“Yo me siento contento de estar por primera vez aquí en Costa Rica. Este es un hermoso país, dicen que es un destino para surfear”, comentó Chencho.
Los artistas anunciaron su despedida minutos antes de las 2 p. m. y se marcharon con No puedo estar sin ti y Guyateo.
Concluida su participación, la energía cambió radicalmente. Todos se pusieron de pie y aguardaron ansiosos por Don Omar.
A lo que vinimos. El reloj marcó las 2 p. m. y la figura de Don Omar apareció en la tarima. Las primeras notas de Dale, don dale resonaron en Palmares.
Su presencia conquistó la atención de todo el público, que, sin resistencia, entregó sus cuerpos y sus voces al reggaetón y a su rey.
Los éxitos de Don Omar fueron acompañados por ocho bailarines, quienes con sus quiebres, tumbados y pasos demostraron cómo se baila este género musical.
Los gritos y aplausos de la gente se intensificaron con Otra noche (Cuéntale), una de las canciones más viejas del artista puertorriqueño.
La gente siguió bailando: sola, en compañía de amigos o, incluso, encima de los hombros de otros para demostrar su emoción.
Pobre diabla confirmó que la audiencia conocía al dedillo el repertorio de Don Omar. Por momentos, el reggaetonero se complació cediendo el micrófono al coro de seguidores y dejando que entonaran las piezas.
Aunque el boricua dejó que sus bailarines se lucieran, el músico mostró sus propios pasos al ritmo de un “tra-tra-tra”. Esta intervención fue especialmente celebrada por las jóvenes en el público. Poco después, se ganó más apoyo al lanzar una de sus prendas a las primeras filas.
Canción tras canción, la euforia de la gente creció cada vez más. El tema no importaba: cerveza, mujeres, amor, desengaño. La gente cantaba y bailaba con más fuerza.
Seguro de sí mismo y de la energía de la gente, el Rey del Reggaetón dirigió a sus seguidores con un gesto o una palabra. A su antojo, la gente levantaba la mano, gritaba a pulmón y continuaba su perreo con Nena que bien te ves y Salió el sol.
Don Omar compartió el escenario con dos invitados especiales y colaboradores suyos. Siko El Terror interpretó dos temas junto a su compatriota, aunque no impresionó mucho a la gente.
De seguido, Natti Natasha hizo una aparición que provocó chiflidos y gritos de los hombres en la zona de conciertos. Ambos artistas cantaron Dutty love, que logró volver a encender al público.
Con la intención de recuperar energía, Don Omar bajó por un rato el tono con El doctorado.
El artista aprovechó para hablarles a los jóvenes acerca de su vida y los pronósticos negativos que muchas personas hicieron de él cuando estaba en la secundaria.
“Eduquénse. Lo que aprendan nadie se los quita. Háganlo por ustedes, por sus familias, por Costa Rica y por el mundo”, afirmó el famoso artista.
Tras este pequeño bloque, regresaron los bailarines y el sonido contagioso de su música. Cañones de confeti explotaron con su Danza Kuduro y él incluso cantó Tabú..
Don Omar no dejó que su fuego se apagara antes de tiempo y regresó para interpretar Conteo.
Tras este tema, el reggaetonero desapareció de la tarima y, regresando del trance musical, el público empezó a dispersarse.