La aspiración presidencial de Rodrigo Arias Sánchez, anunciada con premura la segunda semana de mayo del 2010, sucumbió ayer cuando el exministro tiró la toalla ante los malos resultados en las encuestas, lo que le trajo una merma en su financiamiento.
“Soy realista. Vi que en el Partido hay una gran determinación de apoyar a otra persona. Me convencí que cualquier esfuerzo no iba a ser positivo. Y cuando uno en las encuestas no va bien, la ayuda económica también disminuye”, admitió un Arias serio, pausado y rodeado de sus fieles seguidores.
A su izquierda estaban los exministros María Luis Ávila y Javier Flores que lo acompañaron junto con algunos de los 17 diputados que solo tres semanas atrás le juraron apoyo.
Óscar Arias, exgobernante y hermano del exprecandidato, no asistió. Sin embargo, su colaborador, Mario Álvarez, reveló que la voz del Premio Nobel de la Paz influyó en la decisión del exministro de la Presidencia.
Rodrigo Arias fue sincero al afirmar que las encuestas lo afectaron. Si bien los números en junio del 2012 lo ponían en empate técnico con Johnny Araya y un recién llegado José María Figueres, el panorama cambió en octubre.
En el estudio –realizado por la firma Unimer para La Nación– , entre los decididos a votar en la convención, Araya logró un apoyo del 16% de la muestra, Arias captó un 6% y Figueres, también un 6%, mientras que Fernando Berrocal, el aspirante más relegado, apareció con un 2% dentro del margen de error.
En noviembre, Figueres dejó la contienda electoral y Arias intentó nadar contra la corriente, hasta que ayer desistió de hacerlo
Su decisión le abre el camino a quien fue hasta ayer su rival a vencer, el alcalde de San José, Johnny Araya, quien agradeció ayer como regalo de Año Nuevo la noticia
El panorama no podría ser mejor para el alcalde, pues ayer incluso el mismo Berrocal confirmó que podría apartarse también de la lucha electoral en el PLN, lo cual evitaría la convención en las tiendas verdiblancas, el 21 de abril.
Berrocal dijo a La Nación que se siente más cerca ideológicamente de Araya que de Arias y que le unen afectos “muy profundos”.
“Eso no quiere decir que haya tomado totalmente esta decisión. Yo no estoy muy seguro (...). A lo mejor se hace una convergencia de fuerzas”, expresó el exministro.
El hasta ahora último lugar en las encuestas también reniega de los ¢30 millones que cobra el PLN para participar en la justa interna.
Berrocal recalcó que no está dispuesto a pagar el dinero. “Además, ahora que se fue Rodrigo son ¢50 millones”, afirmó.
El dinero. En la conferencia de prensa, Rodrigo Arias habló con franqueza sobre las finanzas de su tendencia: “Sentí que no tenía la fortaleza económica para un proceso que iba a requerir de mucho esfuerzo económico”.
Gerardo Faith, uno de sus colaboradores más cercanos en la campaña, puso números a lo que calculaban el faltante para financiar el movimiento arista: $1,3 millones, cerca de ¢700 millones.
Ni Arias ni Faith ni ningún otro miembro del comando del exministro dijo cuánto había gastado desde que se inició el movimiento.
Por ello es difícil ahora determinar cuánto le costó la aventura electoral en la que grabó videos promocionales y contrató al experto español Antonio Sola Reche, supervisor de márquetin, periodista y socio de la firma internacional Grupo Ostos & Sola.
Arias prefiere mirar para otro lado, para las empresas familiares sin dejar de lado su reclamo a los que consideró sus enemigos políticos, a quienes convirtieron de la política, según dijo, “un lodazal donde se hunden las honras ajenas como si fueran trapos viejos”. Colaboró Álvaro Murillo.