Autor de celebrados cuentos y novelas, Fabián Dobles (1918-1997) también cultivó la poesía, si bien fue parco en publicarla. Algunos de sus poemas aparecieron en la edición de sus Obras completas (1995). La Liralada es un soneto al modo de las jitanjáforas (poemas que respetan las formas tradicionales, pero que carecen de significado). Leonardo Sancho Dobles comentó estos poemas en Áncora el 7 de junio del 2007.
Soneto
Temo haberme olvidado del olvido y no hallar el camino de olvidarte, pues ¿cómo darte olvido sin hallarte primero en tu universo presentido? ¿O es que olvida el olvido y recordarte tenga por olvidado de él que he sido, condenado ya siempre a tu latido por mi gemido, que me mueve a amarte? Y temo no saberme, no saberte, ni quién a quién recuerda, a quién olvida, ni de dónde me llamas, muerte o vida, o te llamo a mi vez, yo vida o muerte, ¡Si a imaginarte todo me convida, mas este darte vida es no tenerte!
Soneto
Si de pétalos suaves estuviera la mañana esculpida –en rosa pálido, porque todo lo rosa es hondo y cálido–, te llamarías rosa jardinera. Si de azul el camino hacia el abrazo del perfume en el campo florecido, tendrías por nombre el cielo y habría sido del color de tu sangre en su regazo. Y si la pluma, el ala, el vuelo, el viaje del pájaro que se hunde en el celaje fueran la calidez de tu presencia, ¡ave, plumaje, y vuelo! gritaría para llamarte a ti –llamar al día– para mi soledad, hacia tu ausencia.
La Liralada
Al Sol tú lo sed, contina, larilada, gulfa de sol seroco, balpalura, en mulnos olcipiedos altagura, muerde si vid, y vid si tu en tu fada. Muerco en lo vil, meramo, casi nada, de li y de lamprisuza ferazura, loralunca silpada ni emprecura, porque almohasida de neser timada. Nora cotún te encuentre, que encolodre el nun al munde en sa se si se suto, y enconsidre tu alquífero panodre, como la soz que muece a soz y acuto tu sinfúlfica hiel ya xin poluto, en tu poluto azul yo me acimodre.