Cartago. Pintor, dibujante, fotógrafo, curador y profesor de artes visuales en el Instituto Tecnológico de Costa Rica: todo eso y más fue el artista cartaginés, Jorge Koki Valverde, fallecido el jueves anterior a los 67 años, por un mal cardíaco.
Valverde fue un destacado docente de los cursos libres en la Casa de la Ciudad, ubicada en el salón de María Auxiliadora.
El artista recibió el denominado Premio del Salón Nacional de Dibujo, del Museo de Arte Costarricense, en 1993, y el galardón Marco Aurelio Aguilar (1997) de la Municipalidad de Cartago.
Su última exposición individual fue intitulada Forma y Color , en el 2013, y tuvo lugar en la Casa Cultural Amón (San José).
Junto a varios artistas, entre ellos su amigo, Luis Fernando Quirós, creó en 1980 el Grupo de Trabajadores de la Cultura La Puebla, para promover el “arte participativo” e involucrar a las comunidades más alejadas.
Le sobreviven su esposa, Patricia Calderón, y sus hijos, Daniel y Sofía.
Vecino del populoso barrio El Molino, en Cartago centro, la primera atracción por el arte pictórico, la experimentó mientras estudiaba en el Colegio San Luis Gonzaga. Su interés cultural lo combinaba ayudando a su padre, en una tienda de zapatería en el mercado central de la Vieja Metrópoli.
Su colega por 25 años en el Instituto Tecnológico de Costa Rica, el artista Luis Fernando Quirós, dijo que Valverde “se caracterizó por ser un intelectual muy crítico, acerca de la producción creativa actual, evoco sus palabras, al referirse a la importancia del rigor en una obra de arte: ‘Las primeras 50 pinturas, debían quemarse’”.
Quirós también lo recuerda como un experimentador en el arte, “su premio en el Salón Nacional de Dibujo lo logró por utilizar nuevas técnicas y nuevos materiales, usando cuerdas, pastas, y cartones”.
Sus funerales, en el Cementerio General de Cartago reunió no sólo a sus allegados, sino a diferentes representantes de las artes plásticas nacionales.