Cuando fueron las 11:18 de la mañana, la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio (ACAE) elevó ayer un aparato electrónico en un globo aerostático que registró información clave sobre el sistema de elevación.
En enero del 2011, esa información ayudará a lanzar un dispositivo que eventualmente formará parte de lo que podría ser el primer satélite meteorológico de Centroamérica.
El lanzamiento se hizo a seis kilómetros de Cañas, Guanacaste, en el
El objetivo de este experimento, dirigido por Sergio Cortés y Ben Longmier, fue evaluar el sistema de elevación, es decir, la altura máxima a la que puede llegar el aparato.
El globo aerostático alcanzó una altura de 30 kilómetros.
En comparación, un avión comercial de pasajeros viaja normalmente a una altura de diez kilómetros.
A partir de los 30 kilómetros ya es posible ver el espacio y apreciar la curvatura del planeta. Para registrarlos, se colocó una cámara que capturó imágenes de la trayectoria del globo.
Aparte de la cámara, se dispuso un sistema de geolocalización (GPS) para determinar el lugar de caída. Todos estos elementos fueron puestos sobre un círculo de cobre con partes de aluminio.
Asimismo, se incorporó un paracaídas para ayudar a reducir la velocidad de caída dado que, cuando el globo alcanza la altura máxima, su presión interna es mayor que la del entorno; por esto estalla, de modo que el aparato pierde elevación y cae al suelo.
Tras dos horas de viaje, el aparato cayó en las cercanías de Tamarindo, Guanacaste.
“Lo que hicimos fue probar el medio de transporte donde viajará el dispositivo SCEIGA en enero del próximo año”, comentó Federico Sáenz, de ACAE.
“Este fue un ejercicio para aprender las técnicas de diseño, lanzamiento y recuperación de sondas espaciales”, agregó Ronald Chang, directivo de la empresa Ad Astra Rocket.
El sistema de computación empleado para la investigación de gran altitud (SCEIGA) fue diseñado por Yoel Wigoda, miembro de ACAE y estudiante de ingeniería electrónica en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR).
El objetivo del SCEIGA es medir, gracias a sensores, presión atmosférica, altura, temperatura, coordenadas, velocidad, cantidad de luz, aceleración y porcentaje de humedad, entre otros cambios.
Daedalus es uno de los primeros pasos hacia una meta superior. “La información recolectada por el dispositivo contribuirá a que nosotros empecemos a estudiar a fondo las posibilidades de desarrollar el primer satélite meteorológico de Centroamérica”, dijo Alvarado.
Por tener un alcance regional, el proyecto es financiado por el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y cuenta con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto así como del ITCR.
En cuanto a esta primera prueba del sistema de elevación, que tuvo un costo de $2.000 (aproximadamente unos ¢1.034.280), fue coordinada en conjunto con Invenio y el proyecto Aether, dirigido por Ben Longmier, quien trabaja en la sede de Ad Astra Rocket en Houston, Estados Unidos.
Por su parte, el lanzamiento del SCIEGA tendrá un costo cercano a los $6.000 (unos ¢3.103.000). Se espera tenerlo listo en enero del 2011 para su lanzamiento oficial.