Por unos 20 años, los esfuerzos de investigación y restauración en el Monumento Nacional Guayabo fueron esporádicos.
La creciente preocupación por su estado de conservación llevó al Área de Conservación Cordillera Volcánica Central (ACCVC), custodio del sitio arqueológico por ser declarado área silvestre protegida en 1973, a pedir ayuda a otras instituciones.
Fue así como, en el 2007, se conformó el Comité Interinstitucional para la Conservación y Restauración del Monumento Nacional Guayabo, el cual está integrado por representantes del ACCVC, la Universidad de Costa Rica (UCR), el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), el Museo Nacional de Costa Rica y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos-Costa Rica).
En el seno de este comité se plantearon necesidades de conocimiento previo a la toma de decisiones como, por ejemplo, conocer cuáles son las amenazas al sitio arqueológico como deformaciones del suelo, problemas de saturación de agua, el impacto de hormigas , armadillos, bacterias y líquenes en las estructuras precolombinas, entre otros.
“Todo ello favoreciendo al mismo tiempo la conservación y protección del recurso arqueológico y medio ambiental del lugar”, aclaró el comité en su informe de gestión 2008-2009.
En este sentido, la UCR asumió parte del componente de investigación. “Para sustentar una estrategia de restauración debe haber investigación”, resaltó el arqueólogo Gerardo Alarcón.
Así las cosas, y según Alarcón, el estudio de la saturación de agua es prioritario y por ello, tras concluir los informes de la temporada de excavaciones del 2013, se delimitarán los objetivos para el trabajo a realizar en el 2014.
“Lo siguiente es ir definiendo la ruta de acciones en el programa de restauración una vez conozcamos la infraestructura precolombina, la saturación de agua en el suelo y las mismas características geomorfológicas de la matriz de suelo”, señaló el arqueólogo.