Los Ángeles (AFP). Las ausencias de Michael Jackson en los ensayos del espectáculo que preparaba en el momento de su muerte y su “delgadez” eran fuente de “preocupación” para su entorno profesional, declaró este miércoles una testigo en el Juicio entablado por el clan Jackson contra la productora AEG.
Alif Sankey, llamada a testificar por Brian Panish, abogado de la familia Jackson, afirmó que al principio de junio de 2009, “comenzó a tener preocupaciones” con respecto a la salud de Michael Jackson. “Estaba inquieta y preocupada”, afirmó.
Sankey, que no testificó en el juicio contra Conrad Murray -el médico del “rey del pop” condenado en 2011 a cuatro años de prisión por homicidio involuntario- era productora asociada del espectáculo This is It , que ensayaba el cantante al momento de su muerte, el 25 de junio de 2009.
Sankey trabajaba estrechamente con Kenny Ortega, productor del espectáculo y el colaborador más cercano a Michael Jackson en el proyecto.
La primera semana de junio, cuando se grabaron las secuencias del video que se vería durante el espectáculo, Michael Jackson debía acudir diariamente a los ensayos, pero sólo se presentó una vez.
Sankey, que encontraba al cantante “delgado”, envió entonces un correo electrónico a Kenny Ortega para dar parte de sus inquietudes: “Dejé el trabajo ayer por la tarde triste y nerviosa, puesto que considero que no podemos darnos el lujo de fracasar”.
El abogado Panish, que representa al clan Jackson en el juicio que enfrenta a la familia del cantante contra AEG Live, la promotora del espectáculo This is It , mostró igualmente al tribunal un correo electrónico del coreógrafo del espectáculo, Travis Payne, enviado a la asistente de Michael Jackson, esperando que éste acudiera a los ensayos.
“Si (Michael Jackson) está listo, estaríamos encantados de que pudiera venir a los ensayos de mañana”, escribió Payne.
La familia de Jackson reclama más de $1.000 millones por daños y perjuicios a AEG, a la que acusa de negligencia al contratar al doctor Murray para vigilar la salud del “rey del pop”.
El cantante sucumbió a una sobredosis de propofol, un poderoso anestesiante que utilizaba cómo somnífero con la complicidad de su médico.