La legislación creada para facilitarle a las familias de clase media la compra de vivienda no está dando los resultados esperados.
La razón es que los precios de las casas disponibles en el mercado no están al alcance de la mayoría de hogares del país.
La conclusión se desprende de la investigación Situación de la vivienda y desarrollo urbano en Costa Rica 2013 , realizada por la Fundación Promotora de la Vivienda (Fuprovi).
De acuerdo con el estudio, es “sumamente difícil” encontrar casas con un precio menor que ¢31 millones. Ese monto es el crédito máximo que podría pagar una familia con un ingreso de ¢674.837 mensuales.
Las estimaciones crediticias hechas por la Fuprovi parten del supuesto de que la familia no tenga otras deudas y que posea el 20% de prima que exigen la mayoría de las entidades financieras en el país.
“Crédito hay, dinero para prestar hay, lo que no hay es oferta en el mercado de vivienda, y eso es porque los desarrolladores se han colocado en un mercado muy alto, donde el nivel de rentabilidad es muy fuerte”, comentó Eloísa Ulibarri, presidenta de Fuprovi.
“Hay que entender que es mejor trabajar más volumen con menos rentabilidad por unidad que tener menos unidades con mucha rentabilidad cada una”, añadió Ulibarri.
Rándall Murillo, presidente de la Cámara Costarricense de la Construcción, sostiene que los costos operativos y el sistema de crédito que manejan los bancos no les permite ofrecer viviendas a precios más asequibles.
Además, considera que las normativas de construcción del país deben ajustarse al mercado meta que se persiga.
“A los proyectos no se les pone piscinas y áreas verdes porque el desarrollador quiera encarecerlos; a los proyectos se les pone áreas comunes porque esa es la normativa vigente”, manifestó Murillo.
“La misma normativa tengo que aplicársela a un edificio de altísimo valor como a un edificio de interés social”, agregó .
Leyes. Entre el 2011 y el 2014 se aprobaron 9 proyectos de ley enfocados en simplificar el acceso de la clase media a viviendas.
Destacan entre los proyectos aprobados las leyes para la creación del bono diferido, el bono de segunda planta y la reducción del encaje mínimo legal.
“El bono de segunda planta se ha topado con varios problemas. Por ejemplo, su mamá tiene una casa y usted quiere construir encima de esa casa; su mamá tendría que darle el 50% de la propiedad y a veces no se ponen de acuerdo en ese aspecto”, afirmó Franklin Solano, investigador de Fuprovi.
Solano señaló que las restantes normativas aprobadas han encontrado diferentes trabas que impiden su ejecución real.