El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) salió al paso de las conclusiones de un estudio del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), en la Universidad Nacional (UNA), según el cual “los ticos tienen altos niveles de mercurio en su cabello y eso sería por el consumo de pescado de agua salada”.
“El pescado que se consume en el mercado tico es seguro y sus niveles de mercurio no son dañinos para la salud”, refutó ayer en conferencia de prensa José Luis Rojas, experto encargado del Programa Nacional de Residuos en Senasa.
Un estudio del Senasa realizado con 1.062 muestras de pescado que estaban a la venta en el mercado costarricense señaló que estos tienen 0,4 mg de mercurio por kilo, cuando la normativa internacional habla de un máximo de 1 mg por kilo.
Por otra parte, Senasa y el Ministerio de Agricultura señalaron que las recomendaciones mundiales de consumo de mariscos son de 6 a 10 kilos por persona al año.
En Costa Rica, el consumo de productos pesqueros no llega a tres kilos por persona cada año.
Esto significa que cada tico consume menos de 58 gramos por semana.
Metodología. Por su parte, el estudio del Ovsicori se hizo en coordinación con la Universidad de Wesleyan (Connecticut, Estados Unidos). Los expertos midieron varias posibles fuentes de concentración de mercurio: las zonas cercanas al volcán Turrialba, la corteza de lagunas, los peces de agua dulce y peces de agua dulce y salada que estaban en varios comercios.
Además, tomaron muestras de cabello de 53 personas del Valle Central. De ellas, 30 tenían mercurio en niveles superiores a lo aceptado por la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.
“Cuando analizamos los datos vimos que no había niveles altos de mercurio en el aire, ni en la laguna ni en los peces de agua dulce, así que lo más probable era que fuera en pescados marinos”, dijo María Martínez, coordinadora del estudio.
Según los científicos, niveles muy altos de mercurio en el organismo humano provocan problemas gástricos, reacciones alérgicas, irritación de la piel, cansancio, y dolor de cabeza.
“Los pescados de agua dulce, como la trucha, la tilapia o el guapote tienen niveles bajos y pueden consumirse con frecuencia; pero en agua salada encontramos niveles de hasta 0,8 mg por kilo de producto, mucho más de lo que dice el Senasa”, señaló Martínez.
La experta señaló que los peces de mar como el tiburón, el atún, el marlin y la macarela reina pueden consumirse, pero menos frecuentemente. Ella insiste en que estos resultados son solo preliminares y que es necesario realizar un estudio mayor, que abarque el resto del país, para saber el impacto en personas.