Santa Cruz. Los vecinos de playa Potrero, en Santa Cruz, Guanacaste, se oponen a la decisión de la Sala IV que obliga al Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) a administrar el recurso hídrico de esa localidad, un deber que de todas formas la entidad pública no tiene interés en asumir.
Esto motivó a los habitantes a realizar una protesta el viernes en contra de la toma de posesión por parte del AyA de las oficinas de la Administración del Servicio de Acueducto de la Comunidad (Asada), empresa que se encargaba de administrar este servicio público en playa Potrero y que fue fundada por los mismos pobladores.
Los funcionarios de Acueductos llegaron al pueblo en compañía de oficiales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), debido a que hay una denuncia relacionada al manejo de la Asada.
Una vecina de la comunidad alegó irregularidades en la administración del servicio de agua por parte de la Asada en un recurso de amparo que presentó ante la Corte Constitucional. Por ejemplo, dice que el recurso hídrico no llega a su casa en ciertas horas.
Sin embargo, el resto de habitantes se dicen satisfechos por el servicio que reciben y recordaron que hace poco la Asada invirtió ¢60 millones en tubería nueva.
Lucha de años. Los habitantes de Potrero consideran que el acueducto rural es del pueblo, ya que fue este el que luchó por tener agua potable, como para que ahora una entidad pública se apodere de todo.
Al respecto, Roosevelt Alvarado, director comercial del Sistema Periférico de AyA, aclaró que la institución lo que está haciendo es cumplir con el voto de la Sala IV, y afirmó que no desean tener problemas con la comunidad.
“AyA no tiene ningún interés de asumir (la administración) del Asada. Al contrario, al asumir estos sistemas hay que invertir, lo que resulta más costoso que beneficioso. Sin embargo, debemos cumplir con la resolución porque si no, los que podrían ir presos por desobediencia somos nosotros”, manifestó el director Alvarado.
Por su parte, Leonel Duartes Caravaca, presidente de la ASADA de playa Potrero, consideró que la forma en que los funcionarios del AyA entraron a la oficina de la empresa administradora fue violenta.
Además, lanzó una crítica a la Sala IV, pues a su criterio los magistrados no debían haber emitido un fallo sin antes hacer una inspección en playa Potrero.
“El pueblo no va a entregar así tan fácil el acueducto y más bien nos gustaría que venga la Controlaría y que haga una inspección en la zona sobre la disponibilidad de agua en desarrolladores de inmobiliarios”, afirmó Duartes.