Las temperaturas de la atmósfera y de los océanos se han elevado, las cantidades de nieve y hielo han disminuido, el nivel del mar ha subido, el ciclo del agua se ha alterado y las concentraciones de gases tóxicos en la atmósfera también han ido en alza desde la segunda mitad del siglo 20 (1950).
Aunque en el pasado, escépticos han atribuido algunos de esos cambios a procesos naturales del planeta, el V Informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) concluyó que existe entre un 95% y un 100% de probabilidades de que el ser humano –con su sistema productivo– sea el causante del cambio climático.
Creado en 1988, el IPCC es una entidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que cada año reúne a expertos para analizar en forma exhaustiva la evidencia científica, técnica y socioeconómica referente a este fenómeno.
Con esos resultados y su consenso, el grupo extiende una serie de recomendaciones a los tomadores de decisiones políticas en los diferentes países miembros.
Para elaborar el informe del 2013 se contó con el parecer de más de 250 autores de 39 países, quienes analizaron cerca de 9.200 publicaciones científicas.
Planeta enfermo. Ya no es solo una sospecha, sino una confirmación contundente: los seres humanos estamos destruyendo el único hogar que tenemos.
La evidencia habla. El reporte advierte sobre las altas concentraciones de dióxido de carbono (CO2), gas metano y óxido nítrico. Estas han alcanzado niveles sin precedentes durante los últimos 800.000 años. Así, por ejemplo, las concentraciones de CO2 han crecido en un 40% desde la era preindustrial.
El océano absorbe el 30% de todas esas emisiones. Esto genera acidificación de sus aguas y daña los arrecifes y sus habitantes.
Además, señala que el nivel del mar aumentó en un promedio de 19 centímetros entre 1901 y el 2010. Actualmente, además, los climatólogos analizan un factor que contribuye a la elevación del nivel del mar: el desprendimiento de grandes bloques de hielo polar en Groenlandia y la Antártida.
El estudio también muestra que las últimas tres décadas (1983-2013) han sido las más calientes en el Hemisferio Norte durante los últimos 1.400 años.
Como consecuencia, los expertos alertan de que, para finales del siglo 21, la temperatura global podría elevarse 1,5 C° respecto al período entre 1850 y 1900. “Las olas de calor se producirán con más frecuencia y durarán más tiempo. Con el calentamiento de la Tierra creemos que habrá más precipitaciones en regiones húmedas y menos en regiones secas”, declaró Thomas Stocker, uno de los dos presidentes del IPCC.
“Las emisiones continuas de gases causarán un mayor calentamiento y cambios en todos los componentes del sistema climático. Urge la reducción sustancial y sostenida de estas emisiones”, añadió.
De no actuar pronto, el daño ambiental puede ser irreversible.