El médico y experto en bioética peruano Renzo Paccini opina que la práctica del aborto no se justifica en ninguna circunstancia y que no se puede considerar una “terapia” pues acarrea más traumas que beneficios para una mujer.
Paccini fue uno de los expositores del I Congreso Nacional por la Vida y la Familia Costa Rica 2013, que se celebró el pasado fin de semana en la Conferencia Episcopal.
¿Cuál es su posición con respecto al aborto terapéutico?
Creo que hay mucha confusión con respecto al tema, sobre todo en cuanto a los términos que se usan para decir en qué consiste (el aborto). Una vez que se aclara es más fácil comprender que no es un hecho que pueda ser avalado porque consiste en eliminar la vida de otro ser humano.
¿Cuáles son los riesgos a los que se exponen las mujeres al someterse a un aborto?
El daño es real; el aborto siempre va dejar un daño profundo a nivel psicológico y en el corazón mismo de la mujer por permitir que su hijo sea asesinado. Esto le genera una serie de alteraciones, como el síndrome posaborto por tener que enfrentar un luto que no puede llevar. Eso provoca trastornos que la pueden llevar a depresiones muy fuertes o a otras actitudes en las cuales ella misma intenta castigarse por haberlo permitido. Un aborto no es ciento por ciento seguro, es un proceso que puede causar daños desde rupturas y sangrados uterinos hasta poner en riesgo su vida.
¿Cuáles son los mitos que existen sobre este tema?
Es un mito pensar que el aborto pueda curar a la mujer, porque no es una terapia ni una cura para una enfermedad. El nombre (terapéutico) es impropio. Los protocolos de aborto terapéutico proponen una acción que va directamente a eliminar la vida del bebé: consisten en una aspiración manual intrauterina que, mediante una succión al vacío, extrae al niño del seno materno. Eso no es una terapia por ningún lado que se vea.
¿Qué pasa en casos en los que se sabe que el bebé no presenta condiciones compatibles con la vida fuera del útero materno?
Existen casos así. Es cierto que le produce un daño psicológico a la mujer llevar un embarazo donde el bebé va a nacer para morir.
”Es comprensible que la mujer se deprima, pero la solución no puede ser el aborto porque esto de todas maneras le va a causar una carga mucho más pesada. Yo lo plantearía de la siguiente manera: la idea de pretender que la mujer va a matar a su bebé porque este va a nacer para morir, es absurda. Si una madre tiene un hijo que ya ha nacido y un médico le dice que su bebé va a morir en 24 horas, lo normal es que ella quiera protegerlo, acompañarlo. Posiblemente sean las horas más tristes, pero va a acompañar a su hijo hasta que muera, y al final la lo enterrará y ella va a poder hacer el duelo y salir adelante”.
¿Qué pasa al reclamar el aborto cuando se da un embarazo tras una violación?
El hecho de que una mujer salga embarazada después de una violación es un drama, pero felizmente son muy pocos los casos, cerca del 8%, en los que esto sucede. Cuando a la mujer se le dan las condiciones de apoyo, no tiende a abortar porque los pocos estudios que existen dicen que las mujeres, cuando se dan cuenta de que tienen un bebé en su seno, no quieren volverse agresoras. Otros argumentan que el aborto sería otra agresión física.
”Muchas mujeres saben que esa vida tiene un sentido más allá del que pueden explicar, y otras argumentan que, cuando el bebé nazca, podrán remontar el trauma de esa violación. No niego que hay situaciones muy dramáticas, pero, si procedemos al aborto, le vamos a estar acarreando un daño peor”.