Unos llegan porque les gusta la gastronomía que se ofrece. Otros creen que el sector de La Sabana es un buen sitio para criar a la familia. También están los que se quedan un tiempo para descansar antes de emprender el viaje.
Para 54 especies de aves, residentes y migratorias, La Sabana es un buen lugar para estar.
Así lo constató un estudio de Pablo Elizondo, investigador del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inbio).
De estas 54 especies de aves, 33 son residentes, es decir, viven permanentemente en Costa Rica.
Asimismo, se contabilizan 14 especies migratorias que vienen al país huyendo del frío del norte o del sur, dos migratorias que vienen al país a reproducirse y cinco que son residentes y migratorias a la vez.
En su estudio, Elizondo destacó la observación de tres especies: la lechuza oropopo ( Pulsatrix perspicillata ) que no es muy común en áreas urbanas, la reinita canadiense ( Wilsonia canadensis ) y la reinita cabecidorada ( Protonotaria citrea ) que son especies que vienen desde Estados Unidos y Canadá.
Más variedad. En este momento, cerca del 80% de las aves observadas en La Sabana corresponden a siete especies: el zanate ( Quiscalus mexicanus ) en un 36,69%, el pato real ( Cairina moschata ) en un 15,09%, la paloma de Castilla ( Columba livia ) en un 10%, el yiguirro ( Turdus grayi ) en un 6,41%, el carpintero de Hoffman ( Melanerpes hoffmannii ) en un 3,78%, pius ( Dives dives ) en un 3,75% y la viuda ( Thraupis episcopus ) en un 3,40%.
Estos porcentajes cambiarán con el tiempo, conforme se vayan sustituyendo los árboles como parte del proyecto de restauración de La Sabana que pretende dotar al parque de más árboles autóctonos. Cuando esto suceda, los tipos de aves que hoy son abundantes se verán desplazados por otros.
Por ejemplo, en vez de que abunden los zanates y las palomas, se verán más aves como la reinita trepadora ( Mniotilta varia ), la reinita alidorada ( Vermivora chrysoptera ) y el cardenal ( Piranga rubra ).
“Los zanates son oportunistas y estaban utilizando ese espacio de La Sabana porque las aves locales no lo usaban; pero conforme estas otras empiecen a llegar, el zanate se va a ir”, dijo Randall García, director de conservación del Inbio y líder del proyecto de restauración.
Según Elizondo, se calcula que este parque urbano podría llegar a tener unas 80 especies de aves cuando el proyecto concluya.
Monitoreo. El programa de monitoreo de aves permitirá evaluar el éxito del proyecto de restauración a largo plazo.
“Ahora tenemos una línea base mucho más confiable y científicamente sólida. En adelante, los cambios que registren estos reportes sí van a estar relacionados al proyecto”, aseguró García.
La idea es publicar informes una vez al año y realizar análisis comparativos para saber el estado de las aves en el sitio.
“Este programa de monitoreo no solo nos sirve para conocer cómo el proyecto impacta en la abundancia sino que nos permite ver cuestiones de reproducción y, en una segunda etapa, podremos ver cómo influye la condición física de las aves”, destacó Elizondo.
Por esa razón, se estableció una estación de monitoreo en La Sabana como parte del programa de Observatorios de Aves de Costa Rica .
Estos observatorios son una iniciativa del Inbio, el Servicio Forestal de Estados Unidos (USFS) y el Observatorio de Aves de Klamath (KBO).
Aparte de La Sabana, el INBio cuenta con estaciones de monitoreo en Inbioparque, Cerro de la Muerte y Tortuguero.
En lo que respecta al estudio actual, se realizaron observaciones entre junio y noviembre del 2011. Debido al método utilizado, estas se hicieron unas ocho veces al mes.
Para ello, La Sabana se dividió en seis parcelas que fueron seleccionadas según su funcionalidad ecológica y su estructura boscosa.
Las parcelas están ubicadas en cada uno de los sectores del proyecto de restauración: esquina noreste, frente al ICE, esquina suroeste, canchas deportivas y lago. Solo en el sector correspondiente a los alrededores del Estadio Nacional se colocaron dos parcelas de monitoreo.
Asimismo, como parte del monitoreo, se tomaron datos como la hora y otros de índole meteorológico como cantidad de lluvia, dirección del viento y temperatura.