E n su obra de 1987, La Municipalidad de San José en la formación del Estado de Costa Rica (1814-1841) , señala la historiadora Luz María Campos González:
“La constitución española de 1812 –redactada por diputados peninsulares y americanos en las Cortes de Cádiz– estipulaba (...) la creación de ayuntamientos en los pueblos de las colonias. Fue así como la población de la Villa Nueva de la Boca del Monte o San José, obedeciendo a tal disposición constitucional, eligió su primer ayuntamiento.
”En diciembre de 1812 se procedió a la elección para integrar el cabildo (...). En los primeros días de 1813 tomaron posesión de su cargo, iniciándose el proceso municipal josefino que bruscamente sería interrumpido en diciembre de 1814 (...).
”Se desprende de lo anterior que el ayuntamiento –tal y como fue concebido por las Cortes de Cádiz– era suprimido por el rey Fernando VII. Este hecho provocó un estancamiento en el progreso municipal, pero no [la] paralización del proceso institucional cuyas bases ya estaban firmes en San José. Durante el corto período de labores, el ayuntamiento había velado por la educación, la moral, las obras materiales, el arreglo de caminos, la higiene y otros aspectos (...). Al restablecerse la vigencia de la Constitución Española en 1820, se reanudó la funcionalidad de los ayuntamientos”.
Así pues, queda claro que en el próximo año 2013, la ciudad de San José cumple doscientos años de la entrada en funciones de su gobierno local, cabildo, ayuntamiento o municipio, instrumento democrático de primer orden y antecedente republicano, cuyo bicentenario debe celebrarse en el mes de enero próximo.
Bicentenario urbano. Refiriéndose a la misma época, pero de modo específico a la fructífera labor del presbítero Florencio del Castillo (1778-1834), diputado por Costa Rica ante las Cortes de Cádiz, señala la doctora Marina Volio: “También gestionará, y logrará, la obtención de títulos honoríficos para los pueblos y villas principales de nuestra provincia” ( Costa Rica en las Cortes de Cádiz , 1980).
Más adelante, añade la misma historiadora que fue en un documento fechado el 14 de agosto de 1813, que del Castillo formalizó dicha solicitud, argumentando “que sería muy conveniente que a los pueblos de Costa Rica llamados Villa Nueva de San José, Heredia, Alajuela y Ujarrás, se les condecore al primero con el título de Ciudad y a los otros tres con el título de Villas (...)”; concesión que concretó un decreto del 18 de octubre de 1813.
Analizando el significado y trasfondo de dicha declaratoria, el historiador Manuel Benavides Barquero anota que “el título de ciudad o villa daba independencia a una población en muchos campos frente a aquel centro al que se había pertenecido, es decir, estos títulos traían consecuencias políticas y económicas” ( El presbítero Florencio del Castillo. Diputado por Costa Rica en la Cortes de Cádiz , 2010).
Según Benavides, para entonces “San José había superado a Cartago en su desarrollo a nivel demográfico, económico y político, aspecto este último que culminó después de la independencia con el traslado de la capital a territorio josefino”.
De lo anotado se desprende que en el año 2013, también la capital de Costa Rica cumple doscientos años de haber sido honrada con el título de ‘ciudad’, bicentenario por celebrarse el día 18 de octubre.
Un año para celebrar. Cabe anotar que ambos hechos, el inicio de las funciones del gobierno local josefino y la obtención del título de ciudad, más allá de sus repercusiones locales, tienen además la particularidad de revestir importancia nacional.
El segundo de ellos porque vino a poner a derecho una situación de hecho, cual era la superioridad de la población de San José respecto a la ciudad que era Cartago, circunstancia que a su vez conduciría a la ubicación de la capital costarricense en San José, en 1823, ya lograda la independencia de España; mientras que el primero de ellos no solo jugó un importante papel en el logro de la superioridad anotada, sino que, también, una vez capital, convirtió la Municipalidad josefina, renacida en 1820, en la semilla del Estado nacional costarricense, tal como afirma Campos González en su obra.
En el año 2013 pues, se celebrarán no uno, sino dos bicentenarios relativos a nuestra ciudad capital, efemérides que ayudarán a poner en perspectiva histórica el importante papel económico, político y cultural, jugado por San José, en el proceso de conformación de nuestro Estado nacional y en su carácter republicano y democrático y, en consecuencia, en la formación misma de la nacionalidad costarricense.