¿Y las chiquillas? Preguntó una niñita de unos siete años a su mamá. “Están ahí adelante”, respondió la señora. La niña se escurrió entre la gente para buscar, posiblemente, a sus amigas.
La pequeña se escabulló hasta llegar al punto que le señaló su mamá: un escenario ubicado al final de la explanada de la Antigua Aduana , en San José .
Aquel espacio ya estaba bordeado por muchos niños que desde minutos antes de las 4 p. m. de este martes 4 de julio esperaban el inicio de un show pensado para el público infantil.
A esa hora, frente a los ojos del público, solo se veían algunos instrumentos musicales; unas largas cuerdas que colgaban desde las estructuras metálicas sostenían un toldo que cubría el escenario y unos cuantos metros más.
Cuarenta minutos después de espera, cinco jóvenes aparecieron sobre la tarima. Saludaron al público con simpatía e iniciaron con un espectáculo circense que disfrutaron, por igual niños, jóvenes y adultos.
L'effet escargot se tituló aquel show que incorporó música de guitarra, clarinete, piano, trompeta y armónica; canto; equilibrio, malabares y acrobacias.
La presentación estuvo a cargo de la compañía circense belga Kadavresky, quienes lograron la atención de la audiencia durante la hora que duró la presentación con funciones osadas y divertidas en las que mostraron sus destrezas.
La lluvia no opacó la función circense de los europeos, que se presentaron en el país como parte de las actividades del Festival Internacional de las Artes.
Tras la cómica función, a pocos metros de distancia una larga fila se había formado en los alrededores de la nave de ladrillo de la Antigua Aduana. El turno continuaba para los niños, solo que esta vez desde una sala de teatro efímera donde se presentaría Ladran Sancho.
El montaje argentino estuvo a cargo del colectivo Cirulaxia Teatro, quien se presentó en el país con una versión libre de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha , de Miguel de Cervantes Saavedra.
La obra teatral desarrolló la historia del “hombre de la triste figura” con solo la intervención de dos actores que personificaron a Don Quijote y Sancho y una gran pantalla blanca que permitía a niños y grandes viajar a diversos lugares del mundo con la imaginación como aliado.
Fue a a través de esa pantalla como la audiencia presenció la lucha que Don Quijote tuvo con los molinos de viento que el caballero confundió con cuatro gigantes,
Para conquistar la entera atención de los infantes, el montaje de Cirulaxia Teatro usó diálogos breves, amenos, divertidos, con lenguaje moderno, mucho color y música de la época.
Las risas de los niños aderezaron la función teatral de más de una hora de duración.
Pero como en el FIA la agenda de actividades es para todo el público, los más adultos también tuvieron su cita, nocturna, en el Parque Nacional. A las 7 p. m. de ayer los fuertes aguaceros dieron tregua para una breve pieza coreográfica que la compañía española Larrua presentaría al aire libre.
Larrua también fue el nombre de la presentación de 15 minutos que mezcló la danza contemporánea con el breakdance .
El montaje coreográfico estaba inspirado en la piel y todo lo que se geste alrededor de este órgano: su temperatura, su textura y la identidad de la misma a través del contacto y sus diferentes formas de expresión.
En su sexta noche de actividades, el FIA volvió a subrayar de que cuando San José hospeda el arte, su gente también se recluta en todos sus rincones.