La Fiscalía de Venezuela allanó el lunes una vivienda en Caracas, en la que se encontraban cientos de piezas arqueológicas precolombinas originarias de Costa Rica y que, según las autoridades, provienen del “tráfico ilícito”.
“La casa funcionaba como un pequeño museo. No son pocas, son cientos y cientos de piezas las que estamos recuperando. A nuestro entender, provienen del tráfico ilícito”, aseguró al canal estatal VTV el presidente del Instituto de Patrimonio Cultural, Raúl Grioni.
Grioni dijo que las piezas son en su mayoría de Costa Rica, aunque podría haber de otros países.
La vivienda pertenecía al estonio Harry Mannil, un hombre de negocios y coleccionista, que fue buscado por crímenes nazis y murió en Costa Rica en enero del 2010.
Las autoridades no mostraron las piezas a la prensa.
Marlin Calvo, jefa de Protección de Patrimonio Cultural del Museo Nacional de Costa Rica, explicó que, hace más de un año, 57 piezas de la colección Mannil ya habían sido confiscadas en una aduana de Venezuela, cuando se tramitaba su traslado a Estados Unidos.
De ellas, 56 resultaron ser piezas nacionales, y su devolución a suelo costarricense se sigue tramitando en la actualidad.
Calvo recordó también que a mediados del año pasado, en la residencia costarricense de la familia Mannil, en San Rafael de Heredia, se confiscaron decenas de objetos precolombinos, obtenidos, según las autoridades, mediante una compra, lo cual implica que se cometió el delito de tráfico de bienes arqueológicos.
“Al señor Mannil le gustaba especialmente la piedra. No nos han enviado las imágenes de las piezas, pero tenemos referencias fotográficas de 1979 y todo indica que se trata de una muestra interesantísima, de excelente calidad y de una gran belleza”, agregó Calvo.