Tecnología y ambiente, de la mano
En medio del cañón del río Reventazón, en Siquirres, rodeado de belleza escénica, bosques y pequeños sembradíos, se asienta la Planta Hidroeléctrica Reventazón, que constituye un paso determinante hacia la meta nacional de alcanzar una matriz eléctrica 100% renovable.
La obra de ingeniería eléctrica más grande de Centroamérica no solo aporta 305,5 megavatios de potencia, equivalente al consumo promedio de 525.000 familias, sino que constituye un ejemplo más de cuán capaz es Costa Rica de llevar adelante obras constructivas de punta en armonía con la naturaleza.
El modelo eléctrico costarricense ha permitido una cobertura de 99,4% del territorio nacional, así como una generación de 99% a partir de energías renovables, según datos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Esa ha sido su filosofía desde que fue fundado, en 1949.