Washington
La forma y el tamaño de la nariz evolucionaron para adaptarse a los diferentes tipos de clima sobre la Tierra, indicó una investigación publicada en la revista científica PLOS Genetics.
Según revelaron los autores, estas conclusiones refuerzan las de los precedentes estudios que indicaban que las personas cuyos ancestros vivieron en un clima caliente y húmedo tenían tendencia a tener narices más grandes que los descendientes de regiones frías y secas.
Narices adaptadas
Ellos afirman que las narices más estrechas permiten incrementar la humedad del aire al calentarlo, lo que es apreciable en regiones frías y secas.
El aire frío y seco no es bueno para las vías respiratorias, indica Arslan Zaidi, investigador del departamento de Antropología de la Universidad Estatal de Pensilvania.
“No hay una forma de nariz universalmente mejor. La realidad es que nuestros ancestros se adaptaban a su ambiente”, dijo Zaidi.
El equipo científico internacional usó imágenes en 3D para medir la forma de la nariz de 476 voluntarios, cuyos ancestros vivieron en el sur y este asiático, en África occidental y en el norte de Europa.
Ellos reconocieron que la historia de la evolución de la nariz es compleja y adelantaron que otros factores, en particular las preferencias culturales en la elección del compañero sexual, también pueden haber tenido un papel vital.
Examinar esta evolución y el modo en que las fosas nasales llegaron a adaptarse al clima podría tener repercusiones médicas y antropológicas.
“Los estudios sobre la adaptación humana al medioambiente son esenciales para nuestra comprensión de las enfermedades y podrían aclarar los orígenes de ciertas patologías, como la anemia de células falciformes, la alergia a la lactosa o el cáncer de la piel, más frecuentes en ciertas poblaciones”, subrayaron los científicos.
Según los investigadores, poría ser oportuno profundizar la cuestión para saber si la forma de la nariz y el tamaño de la cavidad nasal están vinculados al riesgo de contraer enfermedades respiratorias cuando una persona vive en un clima diferente al de sus ancestros.