La responsabilidad de haberlo enseñado a leer a los cuatro años recae en su abuelo, un educador pensionado; el estímulo desde el vientre con música clásica, en su madre, también maestra de escuela.
Daniel Acuña Jiménez, de 17 años y alumno del Colegio Científico de Alajuela, está absolutamente consciente de por qué es quien es.
"Crecí entre adultos", sostuvo el muchacho, quien la mañana de este viernes obtuvo el reconocimiento como primer promedio en el examen de admisión del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR).
El joven, oriundo de Puriscal, pero quien vive en casa de un tío, en La Guácima, de Alajuela, para poder asistir al colegio, obtuvo la nota perfecta en la prueba: 800 puntos.
"Siempre fui el 'verde' de la clase… Nunca me sentí muy cómodo con eso, porque a veces la gente lo ve a uno raro, pero es algo que he tenido que enfrentar porque, como este, he tenido otros logros parecidos", afirmó Acuña.
Un total de 17.000 estudiantes realizaron este año el examen de ingreso a esta casa de enseñanza superior, de los cuales, 2.636 resultaron elegibles.
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Estímulo hogareño
Si la facilidad de palabra está relacionada con la experiencia de vida, entonces, Daniel Acuña es prueba de ello. Es dueño de un verbo y una elocuencia trepidantes para quien aún no es mayor de edad.
"Siempre se ha caracterizado por ser más maduro de lo normal. Creo que se debe a que fue un niño muy deseado, muy estimulado desde el embarazo", aseguró su madre, Vera Jiménez, maestra.
Según cuenta la progenitora, ella y su esposo, dedicado a administrar un puesto de la Junta de Protección Social (JPS) de Puriscal, siempre han intentado apoyar a Daniel en todo cuanto se propone.
En es misma sintonía ha estado toda la familia. "Desde que estaba chiquitillo me andaba preguntando: 'Abuelo, ¿cómo se escribe esto y lo otro?'", contó, orgulloso, Paulino Jiménez, quien ha vivido en la misma casa desde que nació el muchacho.
Aunque su familia vive en el barrio Corazón de Jesús, en Santiago de Puriscal, hace dos años, en el 2015, el muchacho se mudó a vivir a casa de un tío, en La Guácima de Alajuela, pues fue aceptado en el colegio científico de la provincia.
Había estudiado en el Liceo de Puriscal y en la escuela Darío Flores, en la misma localidad.
Desde primer grado y durante el colegio, destacó en olimpiadas regionales de matemática y química.
"En internacionales no me he animado porque no me sentía preparado", comentó Acuña, a quien le gustaría estudiar la carrera de Ingeniería en Materiales en el ITCR.
"Todavía me falta el promedio de la Universidad de Costa Rica (UCR), entonces tengo que ver. Ahí me gustaría estudiar algo con computación", comentó.
Durante su discurso de agradecimiento, al ser reconocido como mejor promedio de admisión en el ITCR, Acuña expresó su gratitud a sus familiares, profesores y amigos por el apoyo brindado para su desarrollo intelectual.
"Me hice la pregunta de qué es lo que hace la diferencia para el éxito… y algo muy importante es el apoyo de quienes nos rodean", concluyó el joven.
Junto a Acuña, otros 29 muchachos destacaron con las mejores calificaciones en la prueba. De ellos, solo él logró el puntaje completo.
Gabriel Vargas, del Colegio Británico, obtuvo la segunda nota más alta en el examen: 798.86. Según cuenta, desea estudiar Ingeniería Física.
Por su parte, Bryan Alfaro, también del Colegio Científico de Alajuela, fue el tercer mejor promedio: 794 puntos. Ingeniería en Computación es la carrera de su preferencia.
El acto de homenaje a los mejores promedios de admisión 2017-2018 se llevó a cabo la mañana de este viernes en la sede central del ITCR, en Cartago.