¿Ha visitado un zoológico o centro de rescate y le ha parecido muy divertido tomarse un selfi con alguna de las especies observadas?
Sin saberlo, con esa acción usted no solo podría contribuir con el maltrato animal, sino que le da más “puntos” a Costa Rica en el inventario de países donde es más recurrente esta práctica. En ese ránquin ocupamos el sétimo puesto en todo el mundo.
Así lo reveló la investigación Un acercamiento a la crueldad, de la organización no gubernamental Protección Animal Mundial, la cual contabilizó la cantidad de selfis con especies silvestres publicadas en Facebook, Twitter e Instagram.
Se trata de un exhaustivo conteo de todas las imágenes subidas a esas tres redes sociales desde junio del 2014 a octubre del 2017.
En ese lapso se contabilizaron 133,344 fotos, de las cuales la mayoría fueron tomadas en Estados Unidos, país que encabeza la lista, con un 40,72% de incidencia. Le siguen el Reino Unido (13,36%) y Australia (4,58%).
En el caso de Costa Rica, la prevalencia de selfis con animales silvestres es de 2,74%.
La indagación se llevó a cabo en todo el mundo. Sin embargo, de esta se elaboró un registro de las 20 naciones con más prevalencia.
Penoso liderazgo
Entre los hallazgos más representativos para Latinoamérica de Un acercamiento a la crueldad, no solo figura nuestro país en la sétima posición, sino que es seguido por Panamá, en el octavo peldaño a nivel global.
Asimismo, el estudio sitúa al perezoso, icónica especie de la región, como uno de los animales “más gustados” para este tipo de fotos.
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“Al ser Costa Rica un país muy pequeño pero muy visitado por turistas, se empezó a vender la idea de destino turístico para tomarse fotos con animales. Falta mucha formación y educación”, consideró Mauricio Jiménez, director del Hospital de Especies Menores de la Universidad Nacional (UNA).
Maltrato implícito
¿Qué puede tener de cruel un selfi? Investigadores de Protección Animal Mundial encontraron que, en muchas ocasiones, estos animales son ilegalmente extraídos del ecosistema y utilizados por empresas de turismo para explotarlos económicamente.
Lo anterior no solo limita el desarrollo natural de las especies, al ser desprendidas de su hábitat, sino que puede ocasionarles la muerte. Sobre todo porque quienes se fotografían, e incluso quienes lucran con ellas, carecen de los conocimientos técnicos para manipularlas.
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Esto, además, sin tomar en cuenta las implicaciones en salud para las personas, al entrar en contacto físico con esos animales.
Según Jiménez, aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas (se pasan del animal al humano) y antropozoonóticas (del humano al animal).
Por si fuera poco, como se les permite a los turistas alimentarlas, las especies se ven expuestas a dietas inadecuadas, a estrés por relacionarse con personas y hasta al comercio ilegal, porque muchos deciden comprarlas y llevárselas a sus casas, aseguró el especialista.
Con lo anterior se tiende a la “mascotización”, consideró Carlos Mario Orrego, coordinador nacional de vida silvestre del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
“Toda acción que implique darle de comer a un animal silvestre es mascotizarlo, porque con eso se le está alejando de sus patrones de comportamiento”, explicó Orrego.
Nueva reglamentación
En esta coyuntura, el país dio un paso recientemente, con el fin de reglamentar las problemáticas de mascotización y manipulacion de la fauna, comentó el representante del Minae.
Mediante el decreto ejecutivo N° 40548, publicado en La Gaceta el 19 de agosto de este 2017, Costa Rica modificó el Reglamento a la Ley de Conservación de Vida Silvestre N° 7317.
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“No podemos correr el riesgo de que se enferme un turista, porque vivimos del turismo... Además, criterios técnicos y bioéticos de manejo de vida silvestre en centros de rescate y demás lugares, fueron alineados con lo que ocurre a nivel internacional”, aseguró Orrego.
La reforma a la normativa contempla desde el artículo 47 al 53 sobre el uso de fauna.
Otro de los puntos replanteados en el reglamento es la explotación de animales silvestres para producciones audiovisuales y campañas publicitarias.
“Antes, en los anuncios, si se usaban monos, estos se vestían y hasta se tocaban... Ahora todo eso estará reglamentado. Si va a haber una filmación, tiene que haber un permiso”, confirmó el experto.
También se regulará el empleo de especies para exhibición y para eventos. Es decir, se pondrá fin a acciones como el uso de mariposas o culebras para “adornar” bodas.
La Ley de Conservación de Vida Silvestre sanciona con hasta un 30% del salario base a quien trasiegue, manipule o alimente animales silvestres.
Asimismo, impone de uno a tres años de cárcel a quien mantenga a uno de estos como mascota.
Instagram invita al usuario a hacer conciencia sobre fotos con estos animales
Producto de la investigación realizada por Protección Animal Mundial, Instagram, una de las redes sociales más importantes del mundo, con 800 millones de seguidores, habilitó una nueva función que hace conciencia entre sus usuarios sobre la crueldad detrás de un selfi con una especie silvestre.
A partir de ahora, quien busque una etiqueta o hashtag ligado a un comportamiento peligroso para estos animales, verá una pantalla de alerta con la leyenda: “El abuso animal y la venta de animales en peligro de extinción, o de sus partes, no están permitidos en Instagram”.
Un enlace llevará al usuario a un sitio especial donde Instagram le alertará sobre la posibilidad de que la especie con la que se tomó la foto pudo haber sido traficada, cazada o abusada.
Seguidamente, la persona podrá dar clic a un enlace hacia el sitio de Protección Animal Mundial, donde aprenderá más sobre las publicaciones que fomentan el maltrato a las especies silvestres.
Justo en octubre de este 2017, esta organización sin fines de lucro lanzó la campaña Selfie Sin Crueldad, con la que busca que los turistas aprendan a fotografiarse con estos animales sin causarles ningún daño.
A este movimiento se han sumado más de 800.000 personas alrededor del mundo.