¿Cuál es su ejercicio favorito? ¿Caminar, trotar, bailar o jugar futbol? ¿Qué prefiere? ¿Hacer crucigramas, juegos de memoria, sudokus o simplemente sentarse a hablar con sus familiares y amigos sobre sus recuerdos?
No importa cuáles sean sus respuestas, pero si realiza su actividad física favorita en combinación con su ejercicio mental predilecto, tendrá mejor memoria y podría retrasar la aparición de los síntomas del alzhéimer.
Los resultados pueden verse tan rápido como en 12 semanas.
Esa es la conclusión de un estudio hecho por la Universidad de California en San Diego, EE. UU. publicado ayer en la revista JAMA Internal Medicine .
“Los autores demostraron que estimular el desarrollo cerebral con actividad física y actividad al mismo tiempo mental, puede mejorar la condición cognitiva en solo 12 semanas”, dijo Nicola Lautenschlager, médico de la Universidad de Melbourne (Australia) en un comentario que acompaña el estudio.
“No obstante, se necesitan intervenciones más largas y más investigaciones para determinar los alcances a largo plazo”, añade el reporte.
¿Cómo se hizo? Los investigadores, liderados por Deborah Barnes, tomaron en cuenta 126 adultos mayores sedentarios con algún tipo de deterioro cognitivo.
A ellos se les dividió en cuatro grupos. Todos ellos hicieron actividad física durante una hora tres veces por semana y ejercicios mentales durante el mismo tiempo.
El primer grupo realizó ejercicios mentales con una computadora e hizo ejercicios aeróbicos (como trotar o bailar); el segundo grupo mantuvo las actividades con computadora, pero el ejercicio físico fue con pesas y estiramiento.
Por su parte, el tercer grupo vio videos educativos e hizo ejercicio aeróbico, y el cuarto grupo vio videos educativos y realizó actividad física con pesas y estiramiento.
Tras 12 semanas de estudio, los investigadores comprobaron que todos los grupos mejoraron su memoria y su actividad cerebral.
“Notamos que es más importante el tiempo que se les dedique a estas actividades, que el tipo de ejercicios que se realicen, siempre y cuando se combinen actividades físicas y mentales”, cita el estudio.
Los investigadores sugieren que aunque el estudio fue realizado solo en adultos mayores, esta combinación tiene efecto también en las personas más jóvenes.
Más evidencia. Este no es el primer estudio que habla de la importancia del ejercicio físico para mejorar la capacidad mental.
Un estudio realizado el año pasado por el Centro Médico Universitario Rush, en Chicago, EE. UU., señaló que la actividad física ayuda a retrasar la aparición de los síntomas de alzhéimer.
La investigación, publicada en la revista Neurology , tomó en cuenta a 716 personas con una edad promedio de 82 años.
Durante cuatro años, los participantes tuvieron un aparato llamado actígrafo, una banda que se coloca alrededor de la cintura y que mide la intensidad del ejercicio físico.
Además, una vez al año se les hizo un chequeo médico que incluía exámenes de memoria y de habilidades para pensar.
Al finalizar el estudio, 71 personas desarrollaron alzhéimer.
El análisis encontró que las personas que estaban entre el 10% de las que hacían menos ejercicio tenían el doble de posibilidades de desarrollar este trastorno que quienes estaban en el 10% que hacían más ejercicio.