Están de moda o son muy bonitos. Con esos criterios, muchas veces nos decidimos por un regalo para un niño. Sin embargo, hay dos variables realmente importantes por considerar: la edad y la madurez del pequeño.
Para que el juguete sea un obsequio provechoso, lo óptimo es que no represente ningún riesgo para el menor, sino que, por el contrario, contribuya con su salud emocional e intelectual, al ser un objeto que provee sano esparcimiento.
Por eso es importante evitar los que presenten bordes filosos –que pueden provocar cortaduras–, partes muy pequeñas o cuerdas que impliquen posibilidad de asfixia.
En su lugar, se deben preferir los que estén conformados por piezas grandes, como los cubos, los cuales, además, retan la creatividad de los menores.
Incidencia. La falta de acierto para escoger un regalo adecuado pone a correr a muchos padres y a los centros de salud durante el año, especialmente, en época navideña.
Así lo advirtió Felipe Blanco, jefe de Consulta Externa y Emergencias del Hospital Nacional de Niños (HNN).
“En estos días siempre aumenta la incidencia de lesiones y caídas por bicis, patinetas y cierto tipo de juguetes. Por eso se enfatiza en la supervisión que deben tener los adultos y en el uso de dispositivos de seguridad que protegen cabeza, codos y rodillas”, explicó.
Por ejemplo, de los 8.000 menores que atiende este centro de salud infantil cada año debido a emergencias quirúrgicas, más de la mitad son tratados producto de una caída.
En otro apartado se ubican los pequeños que llegan al hospital con objetos atorados en alguna de las partes del cuerpo, principalmente, en las vías respiratorias, nariz y oídos.
Botones, pedazos de plástico, partes pequeñas de juguetes y restos orgánicos –como granos de frijol– son de los principales protagonistas en estos casos.
Otras apreciaciones. ¿Y si en lugar de un obsequio físico regala una experiencia?
Un paseo a un destino turístico, la entrada a un parque de aventura, una clase de pintura. Cualquiera que sea el gusto del niño, vivir la experiencia le será mucho más beneficioso que recibir un regalo físico.
Así lo determinaron las psicólogas Cindy Chan, de la Universidad de Toronto, Canadá, y Cassie Mogilner. Ellas son las autoras del estudio Los regalos de experiencia generan más conexión que los regalos materiales, publicado en el 2013.
En la obra indican que a futuro estos presentes permiten evocar las emociones generadas por haber recibido dicho obsequio.
Reglas de oro
1. Niños pequeños, obsequios grandes:cuanta menos edad tenga el niño, más grande debe ser el juguete. Evite los artículos con piezas pequeñas, porque pueden llevarlas a la boca, tragarlas y verse expuestos a asfixia.
2. Lea las etiquetas e indicaciones:por lo general, estas contienen información sobre el rango de edad recomendado para que el menor utilice el juguete, así como la forma adecuada de utilizarlo.
3. Si el niño es menor de tres años: asegúrese de que las partes que compongan el juguete sean más anchas que el dedo meñique de un adulto. Así, si el pequeño lo lleva a la boca, disminuirá el riesgo de asfixia.
4. Limpie y lave los juguetes: hágalo con frecuencia. Así evitará que se conviertan en depósitos de virus y bacterias, que frecuentemente son causantes de enfermedades respiratorias y diarreas en los menores.
5. El orden evita accidentes: enséñele al niño la importancia de recoger del suelo los objetos con los que juega, y de mantenerlos en un lugar adecuado, para evitar posibles caídas y quebraduras.
¿Mascotas como regalos?
Si piensa obsequiar mascotas tenga en cuenta los siguientes factores.Cultura familiar. ¿El niño vive en un hogar donde las mascotas son comunes. Si es así, es muy probable que esté más sensibilizado con respecto al cuido de un animal. Incluso, ya cuenta con una respuesta inmunológica.
¿Conoce bien al niño?A algunos pequeños les cuesta socializar, entonces requieren mascotas más sociables. En el caso de los perros, razas como Golden Retriver, Labrador y Boxer son recomendadas.
Espacio adecuado. La familia que vaya a acoger a la mascota debe contar con el campo y ambiente adecuados para su desarrollo.
FUENTE: Mauricio Jiménez, director del Hospital de Especies Menores de la UNA.