Un nuevo procedimiento elimina lesiones precancerígenas en el estómago o cáncer gástrico en sus etapas iniciales, por medio de endoscopia, sin necesidad de cirugías abiertas –en quirófano y con anestesia general– que remueven grandes partes del estómago.
Este método es un tratamiento temprano para uno de los tipos de cáncer con mayor incidencia en Costa Rica y que es el segundo más mortal. Cada año, a más de 800 personas se les diagnostica cáncer gástrico y más de 500 fallecen por esta causa.
La detección tardía es una de las culpables del alto número de muertes por este tipo de tumor. En Costa Rica, el 93% de los casos de cáncer gástrico se detectan en estadios avanzados, por lo que es más difícil tratarlos.
La nueva técnica procura detectar y tratar lesiones precancerígenas y tumores en etapa inicial y así bajar la incidencia y mortalidad. La cirugía se conoce como disección endoscópica de la submucosa (DES) y se hace con bisturíes endoscópicos que cortan la parte lesionada y retiran la lesión precancerígena o tumor inicial “en bloque” (de forma completa).
La cámara ubicada en el endoscopio guía al cirujano y le permite extraer el tumor y parte del tejido sano alrededor de este, para evitar que las células cancerígenas se expandan.
“La idea es tratar el cáncer cuando está dando sus primeros pasos o cuando todavía es una lesión precancerígena. De esta forma, evitamos que la enfermedad se desarrolle. Un cáncer gástrico avanzado es muy mortal”, explicó Sergio Con, cirujano especializado que practica esta técnica.
Este procedimiento es nuevo en el país, pero ya ha sido probado con éxito en Japón y Europa.
El procedimiento consiste en insertar un endoscopio con una cámara y varios bisturíes electroquirúrgicos. Una vez que se encuentra la lesión o tumor, se marca dejando una circunferencia de tejido sano de un centímetro de largo –para evitar la expansión de células malignas al tejido sano–.
Posteriormente, se extrae todo el tumor y se lleva a un patólogo que determinará si ya se extrajo el tumor o lesión por completo o si todavía debe quitarse más.
Luego de retirado el tumor, queda una úlcera artificial que el cuerpo cicatrizará por sí solo en un par de meses.
El procedimiento completo dura entre 60 y 65 minutos y el proceso de recuperación es de un día o dos. Sin embargo, el paciente debe mantener una dieta sin lácteos, cítricos o carnes muy fuertes mientras la úlcera sana.
Esto se debe a que el tumor comienza a crecer en la parte externa del estómago (la mucosa) y empieza a crecer lentamente hacia adentro. Dadas las características de la cirugía, solo pueden extraerse tumores pequeños en la mucosa y submucosa, pero no en las partes internas, donde el tumor es más grave.
“El problema es que la gran mayoría de las veces, el cáncer temprano no presenta síntomas, los síntomas llegan cuando ya el tumor se extendió. De ahí la importancia de hacerse gastroscopias frecuentemente, para poder detectar las lesiones desde que están pequeñas y tratarlas por endoscopia”, destacó Con.
Los especialistas recomiendan realizarse una gastroscopia o serología cada dos años después de los 35 años. Sin embargo, si una persona tiene antecedentes familiares de cáncer gástrico o de colon, o si ya se le detectaron lesiones benignas anteriormente, deberá realizarse una gastroscopia una vez al año para descartar la aparición de lesiones malignas.
“Cuanto más temprano se detecten las lesiones, es más fácil tratarlas con esta técnica y evitar que el cáncer avance y dañe la salud de la persona”, dijo Con.
Esta técnica únicamente está disponible en el Centro Digestivo Con, pero existen convenios para atender pacientes con lesiones malignas referidos por los hospitales públicos.