Tal vez no sea la fuente de la eterna juventud, pero reír y tener una actitud optimista ante la vida podrían ser los secretos detrás de las personas mayores de 100 años.
Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York señaló que las personas que llegan a los 100 años son, por lo general, relajadas, amigueras, optimistas y con metas definidas.
Además, son propensas a reír mucho y a tener una vida social muy activa.
“Usualmente, las personas saben qué actividades les ayudan a aliviar el estrés. Por ejemplo, actividad física, yoga, tai chi, reírse mucho, leer o actividades artísticas. Simplemente, se trata de sacar el tiempo y la energía para hacer esas cosas”, comentó en un comunicado de prensa Nir Barzilai, coordinador del estudio.
Tras las pistas. El estudio, publicado en la revista Aging , tomó en cuenta a 243 personas mayores de 100 años.
Los investigadores desarrollaron un cuestionario diseñado para evaluar la evidencia de rasgos claves de la personalidad.
El resultado indicó que estas personas no solo eran más amistosas. Además, compartían más sus sentimientos según surgían, en lugar de reprimirlos o evitarlos.
“Los que tienen un neuroticismo alto se mortifican con las cosas y suelen internalizar el estrés en lugar de dejarlo ir. Esto se puede traducir en un alza en el riesgo de enfermedad cardiovascular. En cambio, las fuertes redes sociales y una actitud positiva hacen que las personas se preocupen menos y su corazón sea más sano”, dijo Barzilai.
En Costa Rica, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) reporta la existencia de 934 personas mayores de 100 años, la cifra más alta de longevidad de Centroamérica.
Un buen sistema de salud, la alimentación y la genética son factores fundamentales para el aumento del número de personas centenarias. La mayor parte de longevos (con más de 100 años) está en las provincias de Alajuela y Guanacaste, especialmente en la península de Nicoya.