Las pasas u otro tipo de frutas secas o deshidratadas –como piña, ciruela, melocotón, banano y naranja– mantienen las mismas propiedades que cuando están frescas.
Por lo tanto, comer frutas secas beneficia tanto la salud como comer una fruta fresca.
Así lo señala un estudio hecho en Budapest y presentado en el Congreso de la Asociación Europea de Nutrición.
“Las frutas deshidratadas son una gran fuente de fibra soluble. De la misma forma que las frutas frescas, tienen un índice glucémico bajo (nivel de azúcar) y pueden desempeñar un rol importante para prevenir algunas enfermedades metabólicas”, comentó, en un comunicado de prensa, Daniel Gallaher, uno de los investigadores.
El estudio también confirma que las frutas secas tienen las mismas propiedades anticancerígenas que las frutas frescas.
“Nuestro estudio en laboratorio con las frutas secas sugiere que inhiben algunos tipos de cáncer”, indicó, en el comunicado, Adriana Kaliora, otra investigadora.
“Desconocemos el mecanismo, pero pueden promover que se detenga la propagación de células cancerígenas, motiva la muerte de tejido canceroso y suprime la inflamación”, agregó.
Derrumbar mitos. El reporte señala que uno de los mitos más achacados a las frutas deshidratadas es la cantidad de azúcar que contienen, que aparentemente es mucho mayor que el de las frutas frescas.
Los investigadores apuntan que, cuando se extrae el agua de una fruta para deshidratarla, se pierde gran contenido de esta, y por eso parece mayor la cantidad de azúcar; pero aseguran que la cantidad de azúcar es la misma.