Los bebés que nacen en forma prematura (antes de cumplir 30 de las 40 semanas de un embarazo completo) tienen mayores problemas en su desarrollo físico y cognitivo.
Dentro de las posibles complicaciones están la necesidad de reanimación al nacer, los males respiratorios, los daños en la vista, retrasos en el desarrollo psicomotor, pasar dos o tres meses internados en el hospital y la amenaza de morir en el proceso.
Sin embargo, si ellos son amamantados tienen mayores posibilidades no solo de sobrevivir, si no de que su desarrollo motor y su coeficiente intelectual sean mayores y tengan mejor salud.
Este es el resultado de una investigación realizada por el Hospital Brigham and Women's, en Boston, Estados Unidos.
¿Cómo se hizo? El informe, publicado en la revista The Journal of Pediatrics, tomó en cuenta a 180 niños prematuros y les dio seguimiento durante siete años, al cabo de los cuales se les midió, pesó y se les realizó una serie de pruebas físicas e intelectuales.
Los investigadores concluyeron que los bebés que recibieron leche materna como alimento principal durante, al menos, los primeros 28 días de vida, tenían mayor coeficiente intelectual.
Su desempeño fue mejor en exámenes de matemáticas, memoria de trabajo y pruebas de las habilidades motoras en comparación con quienes recibieron menos leche materna.
Esto es particularmente crucial, porque muchos de los bebés prematuros permanecen durante días en unidades de cuidado intensivo, lo que puede dificultar que su madre los alimente.
Por ello, los científicos hacen un llamado a que los hospitales faciliten este proceso.
Dicha medida permitiría también responder a situaciones cuando la madre, preocupada por la salud y supervivencia de su hijo, afronta dificultades para dar de mamar.
“Muchas madres de bebés prematuros tienen dificultades para dar leche de seno a sus bebés, y debemos trabajar mucho para garantizar que esas madres cuenten con los mejores sistemas de apoyo posibles para maximizar su capacidad de satisfacer sus propias metas de alimentación”, enfatizó Mandy Brown en un comunicado de prensa.
¿Cuánto es necesario?
Los especialistas señalan que los bebés prematuros no necesitan mayor cantidad o mayor frecuencia de amamantamiento.
Las normas internacionales indican que la leche materna debe ser el único alimento en los primeros seis meses de vida del menor. Durante los siguientes 18 meses, la lactancia debe ser complemento de alimentos sólidos.
Según los expertos, el propio niño decide cuándo está saciado y deja de succionar. Usualmente, el tiempo de alimentación tarda de 15 a 20 minutos. La frecuencia debe ser menor en los tres primeros meses (cada 90 minutos), luego cada dos o tres horas y luego el mismo bebé lo irá indicando.
Al amamantar
-Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un niño amamantado tiene 14 veces más protección contra virus y bacterias que si tomase leche de fórmula.
-El niño debe estar a la altura del pecho y los labios del bebé deben cubrir el pezón por completo. En ocasiones es necesario usar almohadones o que la mujer esté semiacostada.
-Es necesario cambiar al bebé de pecho para estimular la producción de leche y así evitar la mastitis (infección del tejido mamario) o problemas en pezones.
-Según los expertos, cada mujer puede producir la leche que su hijo necesita; si ella cree que no tiene suficiente líquido, debe amamantar constantemente pues la succión aumenta la producción.