Chile. El Mercurio (GDA) Una nueva tendencia gastronómica está adquiriendo impulso en el mundo. Se llama “Mood Food”, una moda que promueve cocinar y alimentarse para ser feliz.
“Todo tiene un fundamento científico. Desde los años 80, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) descubrieron que algunos alimentos poseen sustancias que son capaces de activar los neurotransmisores cerebrales relacionados con el buen humor, el placer y la tranquilidad”, afirmó Miguel Ángel Almodóvar, sociólogo y periodista especializado en Nutrición.
Junto a 16 destacados chefs de ese país, Almodóvar escribió el libro Mood Food: la cocina de la felicidad , donde recopila diversos menús y recetas que incluyen alimentos que promueven en mayor medida la producción de endorfinas y serotonina, las llamadas hormonas de la felicidad.
“Creo que la mayor parte de los trastornos emocionales cotidianos (como la ansiedad, la angustia y el estrés laboral), se pueden frenar con una alimentación saludable. Además, no va a suponer gran gasto económico”, dijo Almodóvar.
Aguacate, legumbres, aceite de oliva, plátano, chocolate y almendras, son algunos de esos alimentos que pueden ayudar a mejorar el ánimo y reducir la irritabilidad.
“Los ácidos grasos omega 3 protegen la mielina, la cual recubre los nervios. Es decir, mejoran el estado del sistema nervioso central”, comentó el especialista.
Tales sustancias están presentes en pescados como el salmón y el atún, detalló el nutricionista Samuel Durán.
Se ha demostrado que dichos ácidos grasos tienen un efecto positivo sobre la depresión.
Serotonina y endorfinas. El triptófano, un aminoácido esencial presente en lácteos, carnes, cereales integrales, chocolate y avena ayuda a sintetizar la serotonina, que es un neurotransmisor que participa en la inhibición de la ira, la agresión y el sueño. Esto explicaría el bienestar que experimenta la persona”, manifestó Durán.
Por otro lado, los carbohidratos también tienen un efecto positivo sobre el humor. Eso sí, hay que diferenciarlos.
Son los hidratos de carbono de absorción lenta (como los presentes en las pastas, cereales integrales, la quinoa y los frutos secos) los que “tiran para arriba” el ánimo, ya que son precursores de la serotonina. Por el contrario, los carbohidratos de absorción rápida, como las harinas refinadas (contenidos en la pizza o el pan blanco) disparan los niveles de insulina, lo que después más bien causa hambre.
La “dieta para ser feliz” incluye también alimentos ricos en vitamina B, hierro y zinc. La primera está en la carne magra de cerdo, el jamón, y las legumbres y verduras de hojas verdes.
El zinc, por su parte, está presente en las ostras y el chocolate negro. Este mineral se encarga de regular unas 100 enzimas relacionadas con la función inmunitaria, el gusto y el olfato.
Entre los alimentos que hay que evitar, están en primera fila las grasas trans. Cada vez hay más evidencia de que estas se asocian con la irritabilidad y el descontrol.
Según Almodóvar, se deben suprimir igualmente los alcoholes destilados y cambiarlos por una copa de vino tinto al día.
Por último, los expertos aconsejan reducir los alimentos procesados, pues no permiten al organismo obtener todas las vitaminas y oligoelementos y producen lo que se denomina “hambre oculta”.