La neumonía es la principal causa de muerte de los niños menores de cinco años en todo el mundo y mata más que el sida, la malaria y el sarampión juntos, a pesar de que es una enfermedad previsible.
La vacuna contra la bacteria del neumococo –principal causante de la neumonía–, existe desde hace décadas en el mundo desarrollado, pero los países más pobres no tienen recursos para comprarla y administrarla. Los niños de países en desarrollo tienen 89 veces más posibilidades de morir por esta enfermedad que los de los países ricos.
El neumococo es una bacteria que afecta especialmente a pequeños y puede causar infecciones en diferentes partes del cuerpo; la mayoría son en el oído o nariz y no implican riesgos para la vida, pero si atacan la meninges, pulmones o tracto sanguíneo, estas infecciones pueden causar la muerte.
“La neumonía es una enfermedad abandonada, cuando paradójicamente es una de las más mortíferas. El problema es que en el 96% de los casos se da en 68 de los países más pobres del mundo”, advirtió Olivier Fontaine, de Salud Infantil de la OMS.
Actualmente, solo dos países en el mundo en desarrollo, Gambia y Ruanda, han introducido la vacuna contra el neumococo gracias a una donación de la industria gestionada a través de GAVI.
La idea es que antes del 2015, 40 países tengan la vacuna, pero hasta la fecha la Alianza Mundial para la Vacunación y la Inmunización (GAVI Alliance) solo tiene fondos para financiar la compra y la distribución en 19 naciones, comenzando por Nicaragua, Kenia, Sierra Leona y Yemen. El objetivo es vacunar a 130 millones de niños antes del 2015, y salvar la vida de unos 900.000 menores.
“Tenemos un agujero de $3.700 millones, aunque creemos que la necesidad real es de $2.400 millones”, dijo Helen Evans, directora