Por año, entre 65 y 80 bebés nacen con sífilis, una enfermedad que puede causar malformaciones, ceguera o sordera en el feto, y que en muchos casos termina con la muerte del bebé en el vientre materno.
El Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) lanzan una ofensiva para evitar los nacimientos con esta enfermedad de transmisión sexual.
“Es el colmo. Como país hemos logrado que los nacimientos de bebés con VIH sean solo uno por año, pero no hemos logrado bajar las tasas de sífilis congénita, cuando es una enfermedad mucho más fácil de detectar y de dar tratamiento para que el bebé no nazca con ella”, comentó Ana Cecilia Morice, viceministra de Salud.
“Para tratar el VIH se necesita que la madre cambie a un tratamiento antirretroviral específico que no dañe al bebé; el niño debe nacer por cesárea y luego debe tomar medicamentos específicos para que el bebé no se contagie. En cambio, con la sífilis solo debe realizarse un examen llamado VDRL y tratarse con penicilina”, añadió.
La jerarca afirma que las tasas de nacimientos con sífilis se pueden deber a varios factores: médicos que no les indican a sus pacientes embarazadas que se realicen la prueba para detectar la enfermedad; mujeres que, aunque se las indiquen, no se las realizan, y personas que, una vez que se hacen la prueba, no van por el resultado.
Además, no todas las mujeres que padecen sífilis lo saben porque es una enfermedad cuyas etapas iniciales no presentan síntomas.
Morice agregó que las mujeres deben tomar la salud en sus manos. “En la primera consulta prenatal, el médico debe indicarles realizarse un examen para detectar el VIH y la sífilis. Es importante que se hagan los dos por el bien de ellas mismas y de su bebé”, dijo la jerarca.
Datos del Ministerio de Salud señalan que, en el 2004, 123 bebés nacieron con sífilis (2,9 por cada mil nacimientos), la cifra bajó a 93 para el 2007 (2,08 por cada mil nacimientos), a 83 para el 2008 (1,1 por cada mil nacimientos), y en el 2009 se registraron 68 casos (0,9 por cada mil nacidos).
La provincia con mayor incidencia de niños con este mal es Limón, con 12,1 casos por cada mil nacimientos. La siguen Puntarenas y Guanacaste, ambas con 7,3 casos por cada mil nacidos.
La provincia con menos casos es Heredia, con 3,6 por cada mil nacimientos.
“Aunque hemos notado una baja, no deberíamos tener casos de niños que nazcan con esta enfermedad. Si se detecta, es muy fácil tratarla y evitar que el niño nazca con malformaciones, problemas de la vista u oídos, o que se exponga a morir antes de nacer o en sus primeros días”, señaló Óscar Porras, coordinador de la Clínica del VIH del Hospital de Niños.
Por su parte, Morice indicó que ya se está estableciendo un proyecto para explicar a los médicos de los Ebais y ginecólogos la importancia de pedir que las pacientes se hagan la prueba VDRL. Además, se buscará educar a las mujeres embarazadas sobre estos exámenes.
Asimismo, Porras indicó que, si estas pruebas se realizan, los riesgos de que el niño nazca con sífilis o con malformaciones son mínimos.
“Debemos proteger la salud del feto y de la madre. El examen también determina si la madre necesitará tratamiento”, aseguró.