Rampas, pasarelas, laberintos y áreas de socialización y esparcimiento a prueba de huellas y ladridos. Así serán los dos primeros sitios especiales para perros de la capital, que actualmente se acondicionan en los parques Bella Vista, en Pavas, y Nacionalidad Costarricense, en Sabana sur.
Cada uno de estos espacios públicos seguirá funcionando como área común para los vecinos, pero además, destinará una parte de sus dimensiones al ejercicio y diversión de las mascotas.
El parque Nacionalidad Costarricense –ubicado 600 metros al sur de la Contraloría General de la República– destinará a esta área canina 1.500 metros cuadrados de los 26,743 metros cuadrados que mide en total.
Por su parte, el Bella Vista –600 metros al norte y 200 metros al oeste de la Embajada Americana– dedicará 400 metros cuadrados de los 38.712 metros cuadrados que comprenden su área completa.
La primera etapa del proyecto consiste en la colocación de una malla en cada uno de los parques, con la cual se delimitará el área de socialización de las mascotas, donde podrán correr, y a la vez se evitará que los animales se salgan a la calle y se expongan a los vehículos.
Este cierre perimetral ya se realizó en el parque de Sabana sur, y actualmente se lleva a cabo en el de Pavas. La malla de este último estará colocada durante la primera quincena de enero.
Bernal Vargas, encargado del programa de mejoramiento de barrios de la municipalidad de San José, comentó que la segunda fase de esta propuesta contempla estructuras especiales para el esparcimiento de los perros, tales como tubos, rampas y pasarelas, así como dispensadores para recoger el excremento de los animales y bancas para el descanso de los dueños.
Según el funcionario, la inversión inicial es de ¢2,8 millones en Sabana sur y ¢1,5 millones en Pavas.
Comunidades organizadas
En ambas circunstancias, la iniciativa surgió de grupos de vecinos que se acercaron a la municipalidad de San José en busca de apoyo, pues vieron la urgencia de contar con sitios adaptados a las necesidades de sus perros.
De hecho, los dueños de las mascotas de las dos localidades se han involucrado en el proceso de diseño de los parques caninos. Para tal labor, han tomado como referencia espacios similares en países europeos y en Estados Unidos.
"Somos un barrio donde entre el 75% y el 80% de las viviendas tienen un perro. Todos nos veíamos en las mañanas, cuando los sacábamos a pasear, y nos fuimos relacionando. De hecho, ahora hasta organizamos actividades juntos", cuenta Luis Ortiz, vecino de Pavas.
Según explica, en agosto del 2016 la iglesia local organizó una bendición de mascotas en el parque Bella Vista, y ahí, un grupo de unos 30 vecinos, lograron recolectar 300 firmas para llevar su inquietud al ayuntamiento.
"Más allá de un área de socialización para los perros, reunirnos en función de nuestras mascotas nos ha permitido hacer amistad, apoyarnos, opinar. Sobre todo ahora, cuando la gente vive tan aislada, esto nos ha ayudado a hacer comunidad", expresa.
Elizabeth Sánchez, vecina de Sabana sur, confía en que este espacio se convierta en una forma de educar a la población con respecto a la responsabilidad que implica tener una mascota.
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"Es un proyecto en el que tenemos tres años de estar involucrados los vecinos. Por eso lo recibimos con mucha alegría. Nuestro objetivo es que se haga conciencia sobre la importancia, por ejemplo, de algo tan básico como es recoger las heces de los perros, algo que muchas veces es motivo de roces entre los vecinos. Lo que queremos es que sirva para mejorar la convivencia social y por eso tendremos un reglamento de apertura y de hora de cierre del parque", amplía.
Por ahora, las organizaciones vecinales trabajan en la búsqueda de patrocinios de empresas locales, para empezar la colocación del mobiliario en los parques.
Otras iniciativas
La preocupación por contar con lugares de recreo para mascotas no es una novedad en el país. Esta es una labor que Curridabat emprendió hace unos ocho años y que, de hecho, lo posiciona como el cantón con más parques para perros en el país. Cuenta con siete áreas de esa índole ubicadas en Freses, Abedules, Lomas de Ayarco Norte, Lomas de Ayarco Sur, Lomas del Sol, Hacienda Vieja y José María Zeledón.
"El parque para perros es un gran dispositivo de socialización, porque permite que los habitantes interactúen a partir del amor que sienten por sus mascotas. Siempre recuerdo que cuando se inauguró el primero, en Freses, un vecino me dijo que en 20 días había conocido a más vecinos que en los 20 años que tenía de vivir ahí", expresa el alcalde Édgar Mora.
El jerarca local comenta que, aunque no se tiene un número exacto, la proyección es seguir inuagurando sitios de estos de acuerdo con la demanda de los habitantes.
Una iniciativa similar la tiene el cantón de Desamparados, donde en agosto del 2016 se inauguró un parque para perros de 1.200 metros cuadrados, con posibilidad de ampliación.
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El municipio desamparadeño pretende abrir cuatro complejos más de este tipo en diferentes distritos para este 2017.