Si usted es de las personas que todavía guarda objetos de arte precolombino porque las heredó de familiares, las compró o se las regalaron, sepa que, desde 1982, su tenencia está prohibida por ley.
La única forma en que podría conservarlas es si las mismas fueron registradas ante el Museo Nacional, durante la amnistía de seis meses decretada luego de la aprobación de la Ley sobre Patrimonio Nacional Arqueológico N.° 6703.
El artículo 3 de esa ley estableció que “son propiedad del Estado todos los objetos arqueológicos, que sean descubiertos en cualquier forma, encontrados a partir de la vigencia de esta ley”.
“Si tiene objetos, entréguelos, y si conoce de algún vendedor, denúncielo”, recomienda Marlin Calvo, jefa del Departamento de Protección del Patrimonio Cultural del Museo.
Si desea entregar los objetos puede llamar al 2296-5724 o escribir un correo a proteccion@museocostarica.go.cr
Arqueólogas del Museo lo visitarán en su vivienda para valorar la autenticidad de los artículos y llevarlos hasta sus bodegas, donde la legislación ha determinado que deben permanecer.
En ese número y dirección electrónica también puede presentar denuncias anónimas si conoce a alguien que haga negocio con este tipo de objetos.
Una investigación de La Nación evidenció cómo traficantes costarricenses abastecen al ilícito mercado del arte precolombino global. Los comerciantes venden parte del pasado indígena a cambio de miles de dólares. Aseguran que el negocio es similar al de las drogas: no morirá, aunque una ley lo prohíbe desde hace trés décadas.
La lay prohíbe el comercio y la exportación de objetos arqueológicos, por parte de particulares e instituciones privadas o estatales. La única entidad facultada para exportarlos, con fines de intercambio o de investigación es el Museo.