Los Ángeles. Kobe Bryant se encargó de varias cosas este verano. Viajó por Asia, se sometió a cirugía de rodilla y levantó pesas.
Algo que no hizo fue jugar por Estados Unidos en el Mundial de Japón. El alero quería estar pero su rodilla derecha no cooperó. En cambio se sometió a la operación, una decisión que no lamenta a medida que se prepara para su undécima campaña en la NBA.
“La rodilla está cada día mejor y más fuerte”, dijo el astro de los Lakers de Los Angeles en una entrevista telefónica con la AP. “Todavía no puedo correr, pero pronto debo tener el visto bueno. He entrenado mucho con pesas”.
Bryant espera regresar a los tabloncillos antes de fin de mes, justo a tiempo para el inicio de los campos de entrenamiento de los Lakers el próximo 3 de octubre. “Lo más importante es recuperar toda la fuerza en la pierna. No hay que regresar antes de tiempo”.
Bryant cree que estará totalmente saludable cuando los Lakers inauguren su campaña el 31 de octubre ante Suns de Phoenix. “Eso espero”, dijo con una carcajada.
Era vox populi en la NBA que la rodilla molestó a Bryant toda la campaña pasada, pero aparentemente fue mucho más problemática de lo que dejó ver.
“Me tomaba 45 minutos calentar para las prácticas y los partidos. Era una locura. Me dolía mucho, pero uno simplemente jugaba así. No podía atacar ni presionar en la defensa como quería”.
Aún así ganó su primer título de anotaciones, con promedio de 35,4 puntos, el más alto en la liga desde que Michael Jordan encestó 37,1 por encuentro en la temporada 1986-87.
Bryant condujo a los Lakers al playoff con marca de 45-37. Su equipo perdió en siete partidos en la primera ronda contra Suns.
Bryant espera que el fichaje de Vladimir Radmanovic, Maurice Evans y Shammond Williams fortalezca a su quinteto.