Calidad brasileña en el Sol Naciente

Nació en Paraná, Brasil, pero se trasladó con 16 años a Japón en su época de estudiante para aprender cosas sobre "el país del sol naciente" y jugar al futbol.

Pronto se consolidó como una de las mayores armas ofensivas del Shimizu S-Pulse. Ahora habla japonés con fluidez y obtuvo la ciudadanía a finales del 2001.

Su debut como internacional se produjo contra Ucrania en el 2002 (ese mismo año enfrentó a Costa Rica; 1-1 en Yokohama) y del Shimizu fue transferido en el 2004 al Urawa Red Diamonds.

Con 28 años, Alex es un volante izquierdo versátil que sabe "inventar" jugadas y que puede jugar de mediapunta o delantero.

Pero no ha sido el único caso. Wagner Lopes fue el primer brasileño en jugar para Japón en un Mundial de Futbol en Francia 98.

Lopes empezó a jugar en Sao Paulo y a los 18 años emigró a Japón, tentado por un buen contrato por el Bellmare Hiratsuka.

Allí se casó con una brasileña-japonesa, tuvo hijos en ese país y, más por conveniencia, se naturalizó para convertirse en todo un puntal del selecciona japonés.