El guardameta Miguel Klee era el héroe de la jornada, después de salvar tres opciones claras de gol de los trinitenses.
Pero al final del encuentro Romero fue el único jugador guatemalteco que se quedó en la cancha del estadio Hasley Crawford.
Su gol era ya una alegría efímera. La realidad era que, de nuevo, se había escapado la posibilidad de dar un paso firme hacia la clasificación a un Mundial.
"Parece que no tenemos memoria. Teníamos el resultado prácticamente asegurado, y lo dejamos escapar", dijo un muy dolido Romero.
"Queremos ganar, queremos jugar bien, pero fallamos. Tuvimos oportunidad de ampliar el marcador y no las aprovechamos y ahora lo estamos pagando. Ahora, tenemos que pensar en Estados Unidos, no vamos a bajar los brazos ahora", agregó.
Romero reconoció que el partido se regaló a los trinitenses por desconcentraciones. "Lo teníamos entre la bolsa, pero pareciera que no nos gusta estar tranquilos, nos gusta hacer las cosas sufridas, porque perdemos por nuestros propios errores.
"En tres días, el rival es Estados Unidos, y los seleccionados saben que es allí, o no será más.
"Tenemos que sumar a como dé lugar. En casa nos la tenemos que jugar". Gabriela Barrios, enviada de La Prensa de Guatemala a Trinidad.