De ser últimos en el I Mundial Infantil en China 1985, Costa Rica tuvo un significativo avance en la última edición de Trinidad y Tobago 2001, donde compartió la sexta posición con Malí.
La categoría para menores de 17 años (Sub-17) ha tenido cuatro presencias ticas. Las tres primeras arrojaron resultados negativos y muy pocas alegrías.
En China 85, la Tricolor fue el equipo que consiguió el menor éxito del torneo inaugural. Solo hizo un gol –a través de Hernán Medford–, recibió nueve en su marco y sumó tres derrotas.
“Poseedor de muy buena técnica, la condición física de este equipo no soporta una participación en torneos tan importantes”, subrayó la FIFA en el reporte técnico de hace 18 años.
Medford y Javier Wanchope fueron inscritos con la edad adulterada, y eso redundó en un castigo de dos años que aplicó la FIFA en 1990. Una dura lección.
En sus siguientes presentaciones, en Ecuador 95 y Egipto 97, tampoco superó la primera ronda. Cosechó cinco reveses y solo consiguió una victoria ante un país africano (2 a 0 con Guinea).
La parte débil del conjunto en esos torneos fue el ataque. “Costa Rica tuvo poca y ninguna capacidad de llegada”, apuntó la FIFA en 1995. “Lo más alarmante: su insuficiencia ofensiva. No estuvo en condición de armar contraataques por falta de habilidad técnica”, afirmó en el estudio del 97.
En la cuarta participación del 2001, el país alcanzó por primera vez la ronda de cuartos de final, donde alternó “grandes actuaciones con pequeñas decepciones”.
La FIFA señaló que la Tricolor planteó un sistema de juego (5-1-3-1), con solo Rándall Azofeifa en punta, que limitó mucho su eficacia ofensiva en el duelo decisivo con Burkina Faso (cayó 0 a 2).