Con una prótesis en su pierna derecha y después de participar en múltiples competencias como La Ruta de los Conquistadores, Dax Jaikel hace más historia desde este domingo.
El ciclista del equipo Seven Capital formó parte de la edición número 50 de la Vuelta a Costa Rica que se inició hoy.
Y es un momento mágico para un hombre que de nuevo da un claro ejemplo de que las barreras no existen.
"Esto es cumplir un sueño, es romper barreras mentales, físicas y de todo tipo. Un sacrificio inmenso de la familia y los amigos. Es algo increíble", manifestó Dax Jaikel.
Justo cuando estaban llamando a los ciclistas para que acudieran a las actividades protocolarias, como la bendición, el juramento y hasta el canto de cumpleaños a la Vuelta, vino un momento muy emotivo para Dax Jaikel.
Su esposa Adriana Quesada lo abrazaba y lloraba, viendo como él, a punta de agallas y fuerza de voluntad, emprendía el gran reto que se planteó desde hace mucho tiempo.
"Adriana es mi fortaleza. Después de todo lo que hemos pasado juntos tras el accidente y yo sé que a ella la sensibiliza todo el sacrificio que he hecho y también está un poquito asustada", expresó Jaikel.
Pero a la vez, él le transmite confianza.
"Yo me he preparado lo mejor posible, pedirle a Dios que me cuide en carretera y todo va a salir bien".
Durante el año, Dax Jaikel ha sido muy constante y por eso tiene una idea clara de lo que le espera en esta edición cincuentenaria de la Vuelta a Costa Rica.
"Yo sé que en las etapas de montaña fuerte no voy a tener ningún problema, pero en las jornadas de travesía, plano y bajadas peligrosas es donde me voy a cuidar y tengo gente del equipo para que estén ahí conmigo", explicó Dax Jaikel.
La etapa inaugural del giro a la tica comprende 155 kilómetros entre San José y Limón.
Se estima que el ganador durará unas tres horas con 17 minutos para llegar a la meta.