Santa Cruz, Guanacaste. Un gol en solitario empezó a dibujar sonrisas en los rostros de la afición pampera, que comenzó a sentirse finalista en el futbol de Segunda.
El tanto del mediocampista Deyby Madrigal logró que el cuadro local llegara a 16 juegos sin perder en la trinchera del estadio Cacique Diriá, que ayer al mediodía se transformó en una caldera.
Para Madrigal, en la primera etapa San Carlos logró aplacar la presión del equipo guanacasteco a punta de movilidad en el medio campo. También, dijo, la estrategia norteña tenía como objetivo resguardar energías.
"El partido se planteó muy complicado, no solamente durante el primer tiempo, sino en todos los 90 minutos, porque aquí la temperatura juega un papel muy importante", afirmó.
Cambio. De acuerdo con el mediocampista de Santacruceña, una de las fortalezas que terminaron de apuntalar el triunfo fue la capacidad para ejercer presión y empezar a cerrarle los espacios libres a San Carlos.
"El equipo ha demostrado que tiene coraje para ganar y dedicación para triunfar, porque si queremos llegar a la Primera División tenemos que enseñar calidad tanto en casa como afuera", destacó.
Por su parte, el volante pampero Logan Santamaría indicó que el golpe de timón para sacudirse del encierro en que los tenía metido San Carlos llegó en la charla técnica del medio tiempo.
Ahí afinaron detalles para ejercer una severa marcación sobre algunas figuras claves.
"Luego de las instrucciones pudimos adueñarnos más del balón, de ese modo hicimos que ellos se desgastaran más", explicó.