Cuando Ricardo habla sobre la disciplina que ha practicado por más de 30 años, la voz no le tiembla. Sabe que todo lo rige una mano divina.
“El taekwondo es un arte marcial de defensa personal, en la que lo principal es derrotarse a uno mismo; buscar el desarrollo físico, mental y espiritual, buscando siempre la opinión de Dios”.
Ricardo comenzó su paso por las artes marciales en 1968, como uno de los alumnos de Yang Won Kan, conocido como el “Profesor Aquiles” y distinguido como el padre del taekwondo en Costa Rica.
Participó en múltiples torneos nacionales y tuvo la oportunidad de competir en tres ediciones del Campeonato Mundial de Taekwondo: Canadá 73, Corea 75 y Chicago 77.
Después destacó como árbitro internacional en campeonatos mundiales, una preolimpiada y varios Juegos Panamericanos.
Durante toda su carrera ha combinado las competencias con la enseñanza de las artes marciales, como entrenador internacional de la Federación Mundial de Taekwondo.
En 1983 se graduó como terapista holístico con especialidad en masaje, ajuste de cadera y acupuntura. Esta ha sido su ocupación hasta la fecha.
Esta semana abrirá un consultorio en Los Yoses, cuya atención combinará con las lecciones de artes marciales que imparte en el San Pedro Spa, en Montes de Oca.
A sus 55 años, Ricardo esta divorciado, es padre de un hijo y vive en Montes de Oca.
Soy lo que soy por la gracia de Dios, no porque haya estudiado o haya sido un gran luchador”
Ricardo Cruz Sauma
Exluchador nacional