Nicole Douglas V. Colaboradora a Nación
Sólido y sin presiones, el número uno de la Copa del Café dio ayer un paso al frente en sus aspiraciones.
Se trata del argelino Lamine Ouahab, de 17 años, quien no tuvo mayores problemas ante el francés Christian Chao.
Con parciales de 6-4 y 6-2, y en menos de una hora de juego, Ouahab logró una victoria que lo confirma como el favorito para obtener el triunfo de este campeonato.
Lamine llegó a la Copa como sembrado número uno, pero eso no le quita el sueño.
Es claro que viene a hacer un buen torneo y eso lo patentan sus declaraciones: "Me siento muy seguro con mis triunfos. Gané y eso está bien".
Incluso, al ser reconocido como uno de los favoritos, aseguró no sentir presión sobre sus hombros pues juega muy tranquilo.
Pero no todo ha sido tan simple ni fácil pues acaba de llegar de México, al igual que otros tenistas, donde tuvo que jugar a gran altura, por lo que le costó acostumbrarse al tipo de juego que se desarrolla en San José. "Las canchas son muy distintas a las de México. Hay que adaptarse en las primeras rondas, pero ahora estoy bien".
El gran profesionalismo de Ouahab quedó demostrado luego del triunfo, ya que apenas redondeó su faena no dio muestras de alegría ni complacencia.
Todo lo contrario. Su cara denotaba disconformidad y un grado de exigencia mayor para lo que está por venir.
"Hay que mejorar. En la alta competencia no se pueden dar ventajas porque si te descuidas quedás fuera y de nada valen los lamentos".