Valencia, 1 oct (EFE).- El entrenador del Gimnástic de Tarragona, Luis César Sampedro, que fue expulsado en el minuto 19 por protestar el primer gol del Valencia y una jugada posterior, afirmó tras la derrota de su equipo por 4-0, que si el partido llega a durar una hora más, les habrían caído muchos goles más.
Respecto a la expulsión, señaló que encajar un gol es duro, encajar ante el Valencia más y hacerlo en fuera de juego, todavía más. "Me he enfadado un poco y le he dicho que éramos pobres, pero que no nos trataran como tales. No le he insultado, aunque he salido del área técnica y he protestado bastante", explicó.
Sobre el encuentro, señaló que hasta el descanso el partido "no tuvo dueño", pero que aunque su equipo perdía, existía la ilusión por crear problemas al Valencia en el segundo tiempo.
"Con el 2-0 se acabó el encuentro. Sabíamos que podíamos perder en Valencia y que para ganar necesitábamos que todo nos saliera bien, que ellos fallaran y que las ayudas fueras para nosotros", indicó.
Por su parte, el entrenador del Valencia, Quique Sánchez Flores, afirmó tras la contundente victoria de su equipo ante el conjunto catalán, que les costó entrar en el partido, ante un rival más modesto que el Roma y el Barcelona.
"Ni siquiera el primer gol nos hizo el partido fácil. Nos costó defender, pero creo que en líneas generales, aunque el partido se abrió más tarde de lo previsto, demostramos nuestra superioridad", dijo.
"Partidos como este se atragantaban históricamente y ahora esta tendencia se está cambiado. No hemos perdido y además hemos hecho goles", continuó.
Para Quique, la mejor noticia de este partido ha sido que hay veinticinco jugadores motivados, pendientes de jugar, y así, "entre quien entre, hay un tono similar y se pueden obtener resultados sin castigar demasiado a determinados jugadores".
"El parón va a permitir trabajar de otra manera, tras unos partidos difíciles y físicos. Estamos contentos con el rendimiento de los futbolistas", concluyó. EFE
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