Fernando Cárdenas Especial para La Nación.
Los Ángeles, California. Escondidos por el frío en los asientos del despoblado palco del Coliseo de Los Ángeles, el seleccionador nacional Marvin Rodríguez y sus colaboradores espiaron a Corea del Sur en el encuentro contra Canadá.
Al terminar el partido entre asiáticos y norteamericanos, Rodríguez se mostró optimista por el resultado y el pálido juego mostrado por el conjunto oriental.
Con lápiz y papel, Rodríguez captó todas las debilidades del cuadro coreano. "Quizás nos imaginábamos una Corea totalmente diferente, pero hay que reconocer que tienen una velocidad muy buena, tratan bien el balón. Una buena selección, pero no lo que habían querido hacer sentir", analizó el director técnico.
Eso sí, utilizó el mismo argumento de alabanza al orden de la escuadra canadiense, esgrimido después del primer cotejo de Costa Rica, para justificar el encuentro.
"Hay que tomar en cuenta que tenían al frente a un equipo muy ordenado (Canadá), que complica a cualquiera. Pero este empate es conveniente para nosotros, por la forma en que se puede clasificar".
En este sentido, dijo que nuestra selección debe estar conciente de que hay que salir a ganar el jueves pues la escuadra coreana es ganable, no tiene individualidades e, incluso, peca de inocente a la hora de la definición.