Portugal sufre un empacho de éxito. El triunfo ante Holanda en las semifinales ha puesto al país a la puertas del cielo y su legión de hinchas ya sueña con levantar la Copa europea este domingo en el estadio de La Luz.
En Portugal ganar la Eurocopa se ha convertido en algo más que un sueño. El país entero se ha empeñado en conseguirlo y no va a escatimar esfuerzos para apoyar a los del técnico Scolari.
Por eso, eliminar ayer a Holanda en las semifinales hizo estallar de júbilo a los lusitanos.
Portugal alcanzó, por primera en su historia, el boleto para el partido en que estará en juego el cetro del viejo continente.
Ese, aún sin saber si ganará la corona, es el éxito más grande que ha alcanzado el futbol portugués a nivel mayor.
Los portugueses pudieron definir el partido mucho más temprano, pero al final terminaron pidiendo el pitazo final.
Luiz Felipe Scolari, el técnico que le dio el pentacampeonato a Brasil en el 2002, supo cómo jugarle a Holanda, con presión en el centro y que el ritmo del juego, siempre alto, lo controlase su medio campo. Además logró atar en corto a Arjen Robben, así como evitar que le llegasen balones a Ruud van Nistelrooy.
Desde casi el inicio se hizo con las riendas del partido. Llegaba al área rival, creaba, como siempre, ocasiones de gol pero no las resolvía. El triunfo no hace olvidar que el gol es la asignatura pendiente del combinado luso.
Portugal dispone de una excelente defensa, un centro del campo con muy buenos futbolistas y un espíritu de lucha digno de admiración, pero le cuesta marcar. Las estadísticas dicen que es el equipo que más dispara a puerta pero uno de los menos efectivos ante el marco rival.
Ayer, de haber aprovechado la mitad de las ocasiones de las que dispuso en el primer tiempo, en el que avasalló a Holanda, hubiese liquidado el choque antes del descanso y se habría ahorrado algunos de los apuros que pasó en la segunda parte.
Entre sus virtudes figuran las jugadas a balón parado, como lo mostró en el primer gol. Un tiro de esquina sacado por Deco encontró libre de marca a Cristiano Ronaldo, quien anotó de cabeza.
Figo volvió loco tanto al flanco derecho como al izquierdo de la defensa y solo el poste evitó que aumentase la cuenta.
Holanda, con una importante dosis de talento en sus filas, se vio desbordada por la ya conocida entrega y entusiasmo de Portugal.
El portero Van der Sar nada pudo hacer para evitar, propiciado por un nuevo despiste de su defensa, el segundo gol local. El zambombazo de Maniche desde el lateral izquierdo trazó una parábola imparable.
Pero el futbol es caprichoso y un gol en propia puerta de Jorge Andrade metió a Holanda de nuevo en el partido, a los 63 minutos.
En el tramo final, a la desesperada, Holanda embotelló a Portugal en su área. No obstante, los locales se defendieron con todo y no dejaron escapar el pase a la final.