El Deportivo Saprissa quedó expuesto a sanciones económicas por los incidentes en los diez minutos de reposición ante Carmelita.
Según el reporte que analizará hoy el Tribunal Disciplinario, no había 13 balones oficiales (como exige el reglamento), ni delegado de campo, ni se le permitió a Carmelita entrenarse en la cancha, como sí lo hicieron los morados.
Todo esto, sin embargo, se castiga solo en el plano económico. Es decir, ninguna de las posibles infracciones acarrearía sanciones más fuertes, como una eventual suspensión de la cancha.
El Disciplinario analizará hoy en sesión ordinaria el informe del comisionado José Rebollo.
Por otra parte, es probable que el Consejo Director de Unafut solicite una investigación contra el técnico carmelita Juan Carlos Arguedas, quien habría llamado “charlatanes” a dirigentes de ese ente por no ayudarlo a entrenarse en la cancha. De comprobarse los insultos, Arguedas podría recibir hasta dos partidos de suspensión.
Juego limpio. Los reglamentos de la Unafut no establecen de forma explícita que el equipo local debe facilitarle al visitante la cancha para que se entrene antes del juego.
Sin embargo, según indicó el presidente de Unafut, Jorge Ortega, los reglamentos sí hablan de “condiciones de equidad”, que en su opinión no hubo el miércoles.
Para Jeaustin Campos, gerente deportivo del Saprissa, acordonaron un área bajo la gradería para que Carmelita calentara. “Tenemos un horario de entrenamientos en la cancha y no lo íbamos a echar a perder por diez minutos. Le dimos facilidades a Carmelilta, no hubo violación al juego limpio”.
Campos sí admitió que la falta de juntabolas fue un descuido.