De los 23 elementos que el exseleccionador nacional Alexandre Guimaraes eligió para la pasada Copa Mundial 2002, diez tuvieron la ocasión de proyectarse en citas mundialistas juveniles.
Así lo resaltó la FIFA en su último reporte de setiembre, cuando ponderó a aquellas promesas que se formaron en competiciones en categoría Sub-20 y que luego dieron el salto a nivel mayor.
Paulo Wanchope, Hárold Wallace, Jervis Drummond y el ya fallecido Léster Morgan surgieron en el Mundial de Qatar 1995; Pablo Chinchilla, Carlos Castro y Steven Bryce, en Malasia 1997; Winston Parks y Gilberto Martínez, en Nigeria 1999; y el mismo Parks y Daniel Vallejos, en Argentina 2001. ¡Qué semillero!
Igual le sucedió a Rónald González, quien debutó en el Mundial Juvenil de Arabia Saudí 89 y un año después fue el jugador más joven que actuó en Italia 90.
Arabia Saudí 89, Qatar 95, Malasia 97, Nigeria 99 y Argentina 2001 han sido las cinco competencias en que ondeó la bandera tricolor. La más exitosa fue la del 2001, cuando se ganó el grupo con tres triunfos y un noveno lugar, y la más desastrosa la del 97, cuando ocupó el lugar 21 del planeta.
Para la FIFA, Danilo Brenes y Briance Villalobos destacaron en el sector ofensivo del 89 por su “velocidad y dominio del balón”.
En el 95, Wanchope brilló por su “carrera vertiginosa e inquebrantable espíritu de lucha”, y Jewisson Bennett y Jafet Soto por sus “imparables gambetas”.
Steven Bryce fue “veloz, escurridizo y hábil en los regates” en el 97, y Esteban Santana y Mínor Díaz sobresalieron en el 99.
El mejor despliegue ofensivo lo dieron en el 2001 Parks y Érick Scott, “con excelente aprovechamiento de los espacios y rápidos contragolpes”, subrayó la FIFA.