Todas las apuestas sitúan al equipo checo en la final, si bien los griegos presentan en su currículum haber tumbado a Portugal y Francia.
De hecho, Karel Bruckner, técnico checo, ha rehuido con insistencia cualquier posibilidad que les cuelgue el cartel de favorito y se remite a la condición de verdugo de los de Otto Rehhagel de selecciones como Portugal y Francia para evitar que se dé por hecho que será su equipo el que jugará la final.
Los griegos sí que han apuntado directamente a los checos como claros favoritos. “La República Checa es favorita para llegar a la final y no se puede discutir sobre eso. Lo dice todo el mundo. Nadie juega tan bien como ellos”, dijo al respecto Otto Rehhagel.
El alemán sabe que ante las características de ambos equipos, Grecia deberá aprovechar alguna de las pocas oportunidades que tenga para marcar y que ante la República Checa el entramado defensivo deberá funcionar mejor que nunca para evitar caer en uno de esos momentos de inspiración ofensiva que tiene el equipo de Bruckner en cada partido.
Si en calidad la República Checa sale favorecida en una comparativa, un factor que jugará a favor del equipo de Rehhagel es que el combinado griego ya tiene los deberes hechos con matrícula de honor: el futbol griego vive el mejor momento de su historia.
En su segunda participación en una Eurocopa, nadie apostaba por el pase a cuartos de final de Grecia, por lo que esa tranquilidad puede aportar una quietud en su juego que le dé como premio la final.