San Gerardo de Rivas, Pérez Zeledón. Andrea Sanabria cuenta con cuatro triunfos en la Carrera Campo Traviesa Chirripó; cada día demuestra de que no hay otra mujer que le haga competencia en los 34 kilómetros de ida y vuelta a la Base Crestones.
Su motivación la hace superarse cada carrera, y lo hace para poder alimentar su mayor impulso: sus hijos.
Ayer derrotó a su más próxima rival por más de media hora, algo increíble para una mujer delgada de menos de 1,60 m de altura.
Ella superó el récord con una marca de 4 horas, 20 minutos y 32 segundos.
A Sanabria la acompañó su esposo, Luis Salazar Obando, desde la plaza de San Gerardo, y él en ningún momento se le separó.
“Él me apoya, yo no correría sin él, me ayuda mucho y me apoya mucho más”, declaró la ganadora, escuetamente, ya que no habla muy bien el español.
Ambos viajan desde su comunidad indígena, Sitio Hilda, y duran dos días en llegar al lugar de la competencia.
Cualquier persona duraría cuatro días en hacer el trayecto y ellos cargan con sus hijos a espaldas.
Su esposo hace de intérprete y no se le despega nunca.
Cuando llega a la meta la esperan dos de sus cuatro hijos, su motivación para correr. Ayer se ganó ¢500.000 que invertirá en ellos.
“Los voy a usar para alimentos para ellos y para algunas cosas para la casa, yo hago esto por ellos pero también porque me gusta competir”, afirmó Andrea.