Con agallas y mucho atrevimiento. Así Costa Rica; así se le demuestra al mundo que no somos pequeños y no tenemos miedo. Óscar Duarte, Joel Campbell y Marco Ureña marcaron tres golazos para quedar inmortalizados en la historia del fútbol tico, ese balompié que hoy enamora e ilusiona a toda una nación.
0-1 (23'):
Cavani, de penal tras falta de Junior Díaz sobre Lugano. .
1-1 (54'):
Joel Campbell, tras centro de Cristian Gamboa.
2-1 (57'):
Óscar Duarte, centro de tiro libre de Christian Bolaños.
3-1 (84'):
Marco Ureña, tras un pase largo de Campbell.
Lo gritan en Costa Rica, lo gritan en Brasil... La Sele dejó atrás todo el pesimismo para ponernos a soñar.
Uruguay, esa selección cargada de estrellas de talla mundial, salió hincado del Estadio Castelão, incapaz de domar ,o siquiera detener, la ilusión tricolor.
No fue una gesta fácil. Los grandes triunfos, como este de un mágico sábado 14 de junio de 2014, no se consiguen sin su buena cuota de sudor y sufrimiento.
Pero desde el principio, desde esa corrida que Joel pegó al segundo minuto de juego, ya se advertía que Jorge Luis Pinto y sus dirigidos habían exorcizado el miedo de sus mentes.
La Tricolor se atrevió a tomarle el ritmo al partido, a llevar la bola, a evitar que los celestes se adueñaran de la cancha. No todo fue perfecto y por momentos las conexiones fallaban y parecía que faltaba profundidad al ataque. Mas no se sufría.
Al 14', Diego Godín, ese mismo que le dio el título de España al Atlético de Madrid y que anotó en la final de la Liga de Campeones de Europa, marcaba. Por unos segundos que parecieron interminables se borraba la sonrisa. Apareció el sílbatero Felix Brych para anular el tanto por posición prohibida y devolver las cosas a la tensión del 0-0.
No duró mucho. Ocho minutos después, Diego Lugano caía, teatro incluido, en el área y conseguía que el germano le premiara con un penal. Efectivamente, Junior Díaz tomó la cintura del central, pero de igual forma cayó Giancarlo González poco después en el área contraria y nada pasó.
En fin, al 23', Endinson Cavani, astro del multimillonario PSG francés, cobraba la pena máxima y sentenciaba la apertura del marcador. Keylor Navas adivinó que la pelota iba a su izquierda, pero no le alcanzó para desviar el potente remate.
Encontrar el temple.
Con el marcador en contra y el estadio repleto de charrúas contentos, no se arrugó la Sele. Ayudó mucho Joel, siempre inquieto y molesto.
También que Keylor, como todos esperaban, fue muralla en las pocas que le exigieron. Justo antes del descanso, Diego Forlan, el galardonado mejor jugador del Mundial de Sudáfrica 2010, disparaba y el desvío de Duarte hacía que la pelota saliera con veneno hacia el marco. Navas respondió con una desviada providencial que culminó en tiro de esquina.
A creer y soñar.
Así llegó la complementaria. Para la historia quedará, si se llega a saber, lo que Pinto dijo en el camerino para los suyos salieran endemoniadamente convencidos de que el partido era suyo. Así fue, la Selección Nacional salió a ganar.
Al 50', lo anunciaba Óscar Duarte en un tiro de esquina. Los defensas le perdieron la marca y él aprovechó para cabecear suelto frente al portero Fernando Muslera. Buen susto, pero la pelota fue directo a las manos del meta.
Al 54', en medio de la fantasía y la franca incredulidad, llegó el empate en la emoción de una corrida inmortal, la de Cristian Gamboa, un centro largo y un golazo de remate cruzado del gigante Joel Campbell. Una imagen que se repetirá un millón de veces en las pantallas ticas, la de ese alegre negrito que puso a un país a gritar ¡gooooooollllll!!! Golazo.
No se habían acabado los abrazos de explosiva alegría, ni se habían sentado los aficionados, cuando nuevamente tocabamos las puertas del cielo.
Al 57', un país se paralizaba con el centro de tiro libre de Cristian Bolaños. Preciso, mortal, a la esquina donde más cuesta marcar y que los porteros pocas veces pueden tapar. Ya se había anunciado, pero los uruguayos no le creyeron. Duarte volvió a aparecer como un fantasma para alzar en su cabeza a Costa Rica y pasarle los temores a Uruguay. Un empate justo.
Sufrían los charrúas. Esos finalistas de la Champions, millonarios del PSG, estrellas cotizadas. Todos sufrían por igual ante las agallas y el atrevimiento de una Selección de Costa Rica que ya es inmortal.
Y es que no encontraban por donde darle vuelta al partido. Ya con el marcador a favor, Pinto les regaló la pelota, pero siempre se jugó en sus términos, esos en los que Navas aparecería solo como última opción, solo si antes lograban superar a una valiente e impasable defensa.
La Celeste se limitó a buscar el marco de la única forma que le permitió la Sele, la de táctica fija. Así tuvo una Cavani, el que infundía temor en la previa, al 69', y Navas apareció para consolidar todo lo que se esperaba del mejor portero de la liga española.
Cuando más se desesperaba el rival, apareció el dardo mortal.
Fue Joel, otra vez Joel, siempre Joel... Un quite y el pase preciso para que el suplente Marco Ureña definiera con categoría ante el mancillado portero Fernando Muslera. Fina y paciente, la bola fue rodando a la esquina del marco para confirmarnos a todos los ticos que no estábamos soñando, debutamos ganando en el Mundial y con un enorme 3 a 1.
Así se espantó el temor y llegó la alegría. Celebra Costa Rica que la victoria es tuya.
Ya solo quedó agotar el reloj y ver a Maximiliano Pereira desquitar en una patada todos los dolores que Campbell les hizo pasar. En el cuarto minuto de reposición, el duro contención charrúa se fue expulsado.
Hombre a hombre de Costa Rica:
Keylor Navas: Solo fue exigido en dos intervenciones, pero le mostró a Forlán y Cavani por qué es el mejor portero de España. Casi se lleva el penal.
Giancarlo González: Buena actuación en el centro de la defensa. Es líder y cumple, no pasó aprietos y supo incomodar y jalar marca en la táctica fija.
Michael Umaña: Cumplió junto al resto de la zaga, si bien en el primer tiempo fue uno de los que se vio más apurado por el rival.
Oscar Duarte: Partidazo del central. Cumplió a cabalidad en la zaga y sorprendió a los uruguayos, que nunca esperaron que él fuera el destino de los centros.
Cristian Gamboa: Siempre de los mejores de la Sele. Lo hizo sufrir Rodríguez en la inicial, pero poco a poco le fue ganando el pulso y de sus piernas nació el empate.
Junior Díaz: Sufrió en la inicial, pero siempre supo apoyar a los centrales y creció con el equipo. En el penal pierde la marca y por eso agarra a Lugano de la cintura.
Celso Borges: Incansable para recuperar y supo subir para crear ofensiva. Un gran trabajo de sacrificio y es él quien marca los tiempos y administra el balón.
Yeltsin Tejeda: Un partidazo del contención, con una gran recuperación. Incansable para buscar la pelota y multiplicarse en la mediacancha.
Christian Bolaños: Si bien le costó la primera mitad, cuando menos atacabamos, de sus botines salió el centro del segundo gol.
Bryan Ruiz: Fue quizá el que menos lució, ahogado por por la presión rival. Como el resto del equipo, su labor mejoró a pocos.
Joel Campbell: Qué decir del mejor jugador del partido. Como se dice popularmente: los uruguayos van a soñar con él. Un golazo, una asistencia e imparable con el balón.
Cambios:
José Miguel Cubero (Tejeda, al 74'): Entró a suplir a un jugador totalmente agotado y meter la misma intensidad en la media.
Marco Ureña (Ruiz, al 83'): Entró y un minuto después metió el gol. Hizo lo que todos sabíamos que iba a hacer, recibir los pases de Joel y matar.
Michael Barrantes (Bolaños, al 89'): Entró como cambio de tiempo y a terminar de amarrar el partido.
Alineación de Uruguay:
Fernando Muslera, Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Diego Godín, Martín Cáceres, Egidio Arevalo, Walter Gargano, Cristian Stuani, Christian Rodríguez, Diego Forlán y Edinson Cavani.